El futuro de la provincia de Cádiz

En gran medida, nuestro futuro como provincia (la de Cádiz) es el de nuestras infraestructuras, especialmente de las del transporte, cuestión sobre la que toda opinión que no parta de estudios rigurosos de coste/beneficio a largo plazo, que comparen alternativas de planeamiento integrado y sostenible, puede ser frívola y aún demagógica.

Es dramáticamente escaso el número de análisis y estudios solventes e independientes que respondan a esos criterios en la provincia de Cádiz y algunos apuntan a que la inexistencia de ese tipo de estudios pluridisciplinares sobre las opciones en materia de infraestructuras, se debe a la sospecha de que sus conclusiones puedan desvelar las intenciones reales de quienes deciden sobre ellas.

Pocos estudios rigurosos niegan que entre los medios de transporte de personas, el que tiene mayor capacidad, mejor relación coste/pasajero, es más seguro y menos agresivo con el medio ambiente es el transporte por ferrocarril.

La mayoría de los responsables políticos en Andalucía, con la excusa de comunicar transversalmente la provincia, han presionado al máximo por destruir el Parque Natural de los Alcornocales (véanlo por si mismos) con una autovía faraónica por la ruta más montañosa, menos poblada y menos utilizada, en vez de desdoblar la carretera de la costa (donde está la mayoría de la población), que hubiera costado menos de la mitad y creado gran cantidad de empleo directo en el turismo.

Cuando la población costera se une para reclamar sentido común e infraestructuras, resulta que la Junta de Andalucía dice no tener dinero para esa carretera y menos para unir con una línea de ferrocarril la Costa del Sol con la Bahía de Cádiz y Sevilla por el Campo de Gibraltar. Y con la hipócrita excusa de que es competencia del Estado, no dota de presupuesto propio ni para actuaciones que luego podría cobrar a éste.

Por si no fuera suficiente el despilfarro, ahora hay presiones políticas brutales para priorizar un nuevo puente sólo para automóviles sobre la cada vez más rellenada bahía de Cádiz, sin permitir que sirva para el transporte ferroviario mediante cualquier sistema que permita aprovechar el ramal de la vía de tren prevista al Bajo de la Cabezuela (a pocos metros de donde quieren que arranque el nuevo puente).