Un autobús invade una acera en Sant Cugat, mata a un matrimonio y se empotra en un comercio

Un coche mal aparcado en una plaza del centro de Sant Cugat del Vallès, población de unos 50.000 habitantes cercana a Barcelona, fue el causante indirecto de una tragedia: un autobús urbano que circulaba por la plaza de Octavio de la población se dio de pronto de bruces con el vehículo mal estacionado; su conductora tuvo que hacer una maniobra como consecuencia de la cual, el autobús se incrustó en una tienda de ropa.

En su recorrido descontrolado, el autobús atropelló y mató al matrimonio formado por Pedro Piejo y Cermen Santos , ambos de 31 años, que estaban dando un paseo. Otras siete personas -cuatro adultos y cuatro niños- resultaron heridas de diversa consideración.

Los hechos sucedieron a las ocho de la tarde de ayer en una zona céntrica y comercial de Sant Cugat, situada frente al monasterio gótico de la población. El matrimonio murió casi de forma instantánea. Los ocho heridos, ninguno de los cuales reviste gravedad, fueron ingresados en el cercano Hospital General de Cataluña.

Testigos presenciales del siniestro explicaron que el autobús se vio obligado a subirse a la acera para poder pasar por una calle en obras en la que había un coche mal aparcado. A pesar de que el autobús circulaba lentamente, la conductora perdió el control del vehículo y se empotró contra una tienda de sábanas situada en la confluencia de las calles de Latorre y Sant Medir.

La conductora, quien, al igual que todos los pasajeros del autobús, resultó ilesa, sufrió un ataque de nervios y no pudo explicar las causas del accidente. Como consecuencia del impacto se rompió una cañería de gas natural, pero una dotación de los Bomberos de la Generalitat la reparó rápidamente y el escape no causó mayores daños.

Falta de policía

El concejal de Comercio de la localidad, Jaume Tubau, que regenta una carnicería cerca del lugar del accidente, aseguró: 'Los peatones acudieron enseguida a atender a los heridos, pero la ambulancia tardó unos 20 minutos en llegar'. Vecinos del sector insistieron en que se trata de una zona comercial muy transitada y recordaron que 'hace tiempo' que las obras están originando muchos problemas circulatorios, pero, añadieron, 'nunca hay policía controlando el tráfico'.