El PSC apremia a Royes para que deje la alcaldía en los próximos meses
La dirección del PSC quiere que el alcalde de Terrassa, Manuel Royes, siga el ejemplo dado por Joaquim Nadal en Girona y renuncie a su cargo en los próximos meses para facilitar la consolidación de su sucesor. Royes, de 61 años, es uno de los alcaldes que llevan más de 22 años en el cargo.
El otro alcalde socialista de una ciudad importante que fue elegido ya en las primeras eleciones municipales democráticas, las de 1979, es el de Lleida, Antoni Siurana. Pero Siurana estuvo fuera del cargo dos años y la dirección del PSC no le ha incluido en la lista de renovables.
El deseo de Royes, que es también presidente de la Diputación de Barcelona, era acabar su sexto mandato, pero el PSC no quiere arriesgarse y le ha pedido que deje un sucesor asentado ya en la alcaldía. La pretensión de la dirección socialista es que este sucesor tome el relevo en los próximos meses, para que disponga de un año y medio para consolidar su perfil público como alcalde antes de concurrir a las elecciones municipales que han de celebrarse en 2003.
El problema reside en que, a pesar de que el tiempo apremia, no está muy claro quién será el sucesor. La carrera empezó poco después de que Royes anunciase su intención de no presentarse a la reelección. De la línea de salida arrancaron tres candidatos: Pere Navarro, primer secretario del PSC de Terrassa y concejal de Cultura; Josep Aran, concejal de Urbanismo, y Jordi Labòria, adjunto a la presidencia en la Diputación de Barcelona y portavoz del PSC en el Ayuntamiento de Terrassa desde julio del año pasado. Labòria renunció el verano pasado. Navarro, el hombre que anunció su candidatura en una cena ante más de 150 simpatizantes, según fuentes cercanas al PSC es el que goza del apoyo del aparato del partido. Y Aran mantiene su opción. Pero Royes no ha mostrado, al menos públicamente, predilección por ninguno de los aspirantes.
Sea como fuere, en los últimos meses las afiliaciones socialistas en Terrassa han empezado a aumentar. Ambos candidatos buscan el apoyo de la base para el caso de que se celebren primarias.
