Educar a los hijos
Me siento preocupada. Ha cambiado tanto la vida, hoy que se habla tanto de libertad, de los derechos del niño, de los adolescentes, del lamentable estado de las mujeres maltratadas. Pero a nadie se le ha ocurrido pensar en las madres maltratadas por sus hijos, las cuales hemos carecido de libertad, pues hace 40 años las mujeres no teníamos ni voz ni voto, nadie nos dijo: 'Haz de tu vida lo que quieras, pues es tuya, y no hay nada más que una, vuela, eres libre'. No, se nos educó para obedecer a los padres, al marido, para ser buenas amas de casa, esposas y madres. Había que obedecer a la Iglesia y a Franco, no sabías por qué, pero ni falta que hacía, lo habían ordenado los mayores.
Nos cortaron las alas cuando comenzaron a brotar y tanto hemos agachado la cabeza, tanto nos hemos acostumbrado a obedecer, que ahora que tanto se habla de libertad, queremos abrir las alas e intentar volar, pero nos encontramos que a los que les hemos dado el ser, les hemos dedicado nuestra juventud, nuestro cariño, velando sus sueños, soportando sus llantos, procurando su bienestar con todo el amor que una madre pone en ello, por desgracia, son unos chicos inmaduros, egoístas, insensibles, que han hecho de sus vidas lo que les ha dado la gana.
Se olvidan que tienen un pasado y, cuando llega un momento en que los padres tienen que apoyarse en los hijos, te atemorizan, no puedes hablar ni opinar, pues te mandan a callar, diciéndote: 'Tú no sabes nada'; 'pero tú que sabes de la vida'; 'eres una ignorante'...
Qué ilusos, no saben que la vida es el mayor libro, sólo que este libro te produce desencanto, soledad, desamor, sinsabores, náuseas, sin posibilidad de dar marcha atrás.
