Programas de televisión
El domingo día 16 de diciembre, en el programa Supervivientes eliminaron a Andrés, uno de los candidatos a superviviente. ¿Cómo es posible que una modelo de pasarela o de revista (Esther), un supuesto golfista (Freddy) y un adulto entrado en años (Amate) hayan alcanzado la gran final? No me lo explico. ¿Alguien lo entiende? Hemos asistido en este programa a numerosas descalificaciones personales, faltando el respeto, base de la convivencia diaria. Aún recuerdo las peleas o discusiones de Francesca, asuntos de muy baja estopa.
Este tipo de programas sólo sirven para entretener, pero en nada ayudan o cultivan a fomentar valores. La competición te distrae, y muchas veces no se da en igualdad de condiciones para todos. Se forman pactos o coaliciones que luego se rompen y que dejan de lado a los verdaderos ganadores. A los que de verdad han luchado como Supervivientes se les expulsa sin más, véase el caso de Amagoya, de Caki, de Beatriz o de Andrés. Prima el aspecto crematístico, los millones, y se pierde la esencia de 'jugar por jugar'.
Hay otro programa concurso, Operación triunfo, en el que un grupo de personas lucha por conseguir un puesto en Eurovisión a través de su trabajo o quehacer diario.
Se entrenan físicamente, bailan, cantan, graban discos, etc. Las votaciones para la expulsión las realizan críticos de reconocido prestigio, sus monitores, ellos mismos y el público. Su éxito es enorme, la juventud no se pierde un resumen, una gala o un especial. ¿Por algo será? Puede tener sus fallos y sus detractores, pero no se le puede negar que es digno; no hay rencillas, peleas, ni discusiones. La competición es sana, muchos de ellos cantan en dúos y tríos, por ejemplo. Se da comunicación, diálogo y tolerancia entre los participantes, así como un profundo respeto. Cuando este concurso llegue al final, los participantes habrán avanzado en los ámbitos personal y profesional. Bailarán mejor que antes, cantarán también muchísimo mejor; se habrán relacionado con otros compañeros, habrán progresado. ¿Quién progresó en Supervivientes, Esther, Freddy, Amate?
Operación triunfo es un ejemplo a seguir por otras cadenas. A veces es bueno fijarse en lo que hacen los otros para ser críticos con nosotros mismos. No todo es un pico de tantos millones, siempre hay algo más que resulta esencial. A Supervivientes le falta alma (título extraído de la última novela publicada por Javier García Sánchez), a Operación triunfo le sobra corazón.
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