El reto musical de las navidades
Estrella Morente, Papá Levante y Los Chunguitos cantan villancicos, y en EE UU se multiplican los discos navideños
A finales de año llegan en avalancha a las tiendas los discos de contenido navideño. Abundan las almibaradas propuestas de estrellas estadounidenses, pero también losflamencos reviven su fervor por los villancicos. La alternativa viene de grupos barceloneses, que reinventan las navidades para los espectadores de Sputnik, el programa musical por excelencia de la televisión catalana.
Muy posiblemente, el más elegante de los discos navideños datados en el año 2001 sea Calle del aire, la nueva entrega de Estrella Morente. Como todo lo que lleva el sello de la familia Morente, el propósito inicial -una ecléctica colección de villancicos- ha sido desbordado en varias direcciones. Los artistas más o menos flamencos, ya se sabe, conservan con mimo los rituales de estos días. En línea rumbera, Los Chunguitos se juntan con grupos de su extensa familía en Navidad con alegría, aguardiente y pestiños. Las gaditanas de Papa Levante han sumado un single de villancicos a la última tirada de su difundido primer disco largo, Tomalacaté. Y la Caja San Fernando de Sevilla llega al número 19 de su serie Así canta nuestra tierra en Navidad, que este año rescata rotundas grabaciones de Rocío Jurado, José Mercé, La Macanita, El Sordera, La Paquera o Curro de la Morena. No es extraño que Flamenco World, la tienda de Internet, tenga todo un apartado reservado a la nutrida discografía navideña de los flamencos.
Pero es en Estados Unidos, la república cristiana por excelencia, donde los discos de Christmas constituyen una parte esencial de las ventas del último trimestre. Literalmente, son centenares los títulos navideños que reaparecen en las tiendas, incluyendo los de figuras tan escasamente santas como James Brown, Dean Martin, Frank Sinatra, Patti Labelle, Jimmy Smith, Bobby Womack, la Nitty Gritty Dirt Band o los Beach Boys. Es un gran negocio y este año se suman títulos del muy religioso trío Destiny's Child (8 days of Christmas), la gran Barbra Streisand (Christmas memories es su segunda colección navideña) o Toni Braxton, que no se priva -como es su costumbre- de mostrar carne en la portada de Snowflakes. Para gustos más clásicos, Plácido Domingo se ha reunido con Tony Bennett, Vanessa Williams y Charlotte Church en Our favorite things. La factoría de los Estefan en Miami ofrece The gift, con Jon Secada cantando mayormente en inglés.
Los CD colectivos sí contienen sorpresas. Christmas on Death Row es el más chocante: Death Row, el sello con peor reputación de la industria musical, presenta un respetuoso recorrido navideño en clave de rap y R & B. La división discográfica de la revista Playboy ha optado en A not so silent night por reconstruir las canciones obvias con el picante impulso del latin jazz. El disco imbatible en el territorio jazzístico es Verve presents the very best of Christmas jazz, donde las odas a Santa Claus tienen carnosas interpretaciones vocales o instrumentales a cargo de Louis Armstrong, Mel Tormé, Ella Fitzgerald, Bill Evans, John Coltrane, Kenny Burrell y otros titanes. La marca GRP moderniza el repertorio navideño en la onda facilona de lo que llaman smooth jazz, con artistas como Diana Krall, Lee Rittenour, Al Jarreau, Dave Grusin o Will Downing.
Desdichadamente, la más imaginativa propuesta navideña del año todavía no está disponible en disco. Sputnik, el inoxidable programa de TV3, emite el domingo 30 de diciembre por el Canal 33 un especial titulado El nadal és un pretext, donde grupos como Astrud, Ojos de Brujo, Élena, Mishima, Antònia Font, The Unfinished Sympathy o Glissando pasan temas propios o piezas de Sisa, The Carpenters y Wham! por las batidoras de la rumba mestiza, el techno-pop o el hardcore. Sería un buen momento para actualizar ideas tan irreverentes como aquel Navidades radioactivas, en el que DRO convocó a los grupos independientes del momento para ironizar sobre estas fiestas obligatorias.
Babelia
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