Armadores y pescadores de Barbate prevén movilizarse ante el fin de las ayudas
El sector pesquero de Barbate (Cádiz) afronta un futuro incierto después de que este mes los trabajadores hayan cobrado las últimas ayudas económicas para superar el amarre forzoso de la flota por la no renovación del acuerdo pesquero con Marruecos. Armadores y pescadores estudian movilizarse en breve si el Gobierno central no pone en marcha nuevas medidas para superar esta crisis y fórmulas de control sobre el caladero del Golfo de Cádiz, por cuyas aguas faenarán la mayoría de los barcos que llevan dos años inactivos.
IU instó ayer a los trabajadores a que se manifiesten 'de inmediato', a la vez que alertó sobre un posible aumento de 'la conflictividad social'.
La economía del municipio de Barbate (22.000 habitantes) se sustenta de manera casi exclusiva en la pesca. Casi el 90% de su población depende directa o indirectamente de esta actividad. A los 700 pescadores barbateño, según el Instituto Social de la Marina, hay que sumar las más de 3.000 personas que trabajan en tierra, repartidos entre el puerto, las lonjas, los mercados, la fábrica de hielo, y las empresas conserveras y de transporte.
La inactividad de la flota ha provocado en esta localidad un repunte mayúsculo de los índices de delincuencia relacionada con el narcotráfico, lo que obligó al Ministerio del Interior a establecer un dispositivo especial de seguridad en este municipio.
El presidente de los armadores de Barbate, Ramón Ribera, lamentó ayer que las ayudas de 151.500 pesetas mensuales que recibían los tripulantes expiren el 31 de diciembre cuando aún el Gobierno central no ha aprobado el decreto que debe regular las medidas y ayudas para que los propietarios de los buques puedan acogerse al Plan de Reconversión de la flota. 'Me parece cicatero dejar prácticamente al sector vendido a su suerte', lamentó Ribera.
