El Atlético sobrevive a la batalla
Los rojiblancos vencen al Racing gracias a un gol de Torres en un partido muy duro
Plantillazos, entradas a destiempo, espinilleras volando, codos moviéndose en aspa, jugadores conmocionados...E Ismael, del Racing, desde el minuto 30 en el vestuario por una entrada brutal. Toda una colección de brusquedades suavizada por la irrupción de Movilla en el segundo tiempo. Al fin despertó el calvo. Ayer tardó 45 minutos, los de batalla, en desperezarse, pero cuando lo hizo, cuando se levantó del letargo en el que andaba metido desde hace algo más de un mes, el Atlético empezó a recuperar balones en la línea de medios y a acercarse al área del Racing con algo más que empuje. Empezó a usar la cabeza, la de Movilla, para pensar.
El equipo santanderino tenía un hombre menos pero alguna idea más. Controló el centro del campo y tuvo ocasiones. Cuando Julio Álvarez y Bodipo conectan, el Racing enseña lo mejor, lo más dañino, lo más peligroso de su repertorio.
ATLÉTICO 2| RACING SANTANDER 0
Atlético: Burgos; Armando (Dani, m. 51), Santi, Hibic, Carreras (López, m. 26); Aguilera, Movilla, Nagore, Stankovic (Luque, m. 58); Fernando Torres y Diego Alonso. Racing: Lemmens; César, Mora, Neru, Sietes; Mateo, Ismael, Julio Álvarez (Javi Guerrero, m. 84), Nafti, Regueiro (Mazzoni, m. 90); y Bodipo (Pablo Sierra, m. 69). Goles: 1-0. M. 75. Fernando Torres se aprovecha de una dejada de Diego Alonso de cabeza hacía atrás para marcar de volea desde el área pequeña. 2-0. M. 90. Luque se marcha de dos defensores del Racing y supera a Lemmens con un disparo bombeado. Arbitro: Ayza. Expulsó a Ismael (m. 30), por una dura entrada sobre Aguilera. Amonestó a Diego Alonso, Antonio López, Luque, Bodipo, Nafti, César, Sietes y Mateo. 20ª jornada de Segunda. 40.000 espectadores en el Calderón. El autobús del Racing fue apedreado a la salida del estadio.
Luis Aragonés, de pie, gritando a todo lo que se movía por el campo a rayas rojas y blancas, miró desde el banquillo el desorden de sus jugadores en el césped y empezó a mover piezas. Sacó a Dani por Armando y retrasó a Aguilera al lateral. El equipo rojiblanco empezó a funcionar. En la banda izquierda un desconocido Antonio López, por lo audaz, recorría todos los kilómetros del mundo sorteando todos los escollos y metiendo balones, peligrosos, al área. Una de esas internadas, mediado el segundo periodo, acabó en el fugaz tanto de Fernando Torres. Un gol de esos en los que la pelota, después de entrar, decide escaparse de nuevo hacia el terreno de juego. López puso el balón en el área, Nagore se revolvió y metió un centro bombeado, Diego Alonso peinó de cabeza hacía atrás y fernando Torres empalmó de volea. La pelota botó dentro de la portería y después se escapó hacia afuera. Pero fue gol.
Y con el gol, la serenidad. y con la serenidad, las oportunidades, el contraataque y el tiralíneas. Aguilera desbordó dos veces por su banda y las dos veces desperdició la ventaja con un sentido de la generosidad digno de mejor causa. En las dos oportunidades en que se plantó solo en el pico derecho del área del Racing cedió el balón a Diego Alonso. El uruguayo falló las dos veces. En realidad, el uruguayo falló todas las veces durante los 90 minutos.
Luque cerró el choque en la prolongación con un buen gol, después de dejar a trás a Mateo y Nafti y lanzar un trallazo al palo más lejano al portero Lemmens. Un buen final para un encuentro duro que empezó a base de patadas.
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