La verde y blanca fue roja al inicio
El debú sevillano de Carlos Cano se produjo pocos días después de la muerte de Franco, a finales de 1975, en el Teatro Lope de Vega de Sevilla, organizado por la emisora de radio La Voz del Guadalquivir. Allí se estrenó Verde, blanca y verde, la canción más emblemática de su segunda época, revindicativa como los tiempos aquellos.
En el recital del Lope de Vega, acompañado del sevillano Benito Moreno, Carlos reclamó la amnistía. Allí vio la luz la versión conocida de la verdiblanca, pero existió una anterior con notables diferencias, bastante más radical. En primer lugar el título era Las amapolas, y su color rojo estaba en el texto por delante del verde y el blanco.
El primer texto, pasado pulcramente a máquina de escribir por su autor rezaba así:
'De abajo vengo / lo mío buscando / la flor del trigo / la flor de mayo / roja, verde / blanca y verde. Dicen que huele / a pueblo unío / que ya florece / entre los olivos / roja...'.
'Que alegres cantan / las golondrinas / tierra sin amos / tierra de espigas / roja... Como relucen / las amapolas / de Andalucía / trabajadora / roja...'.
'Amo mi tierra / lucho por ella / su libertad / es mi bandera / roja, verde / blanca y verde'.
En su trabajo de corrección Carlos Cano cambió algunas cosas en el estribillo y en la introducción. El segundo párrafo conoció incluso una segunda versión radicalmente distinta a la definitiva, que quedó así:
'De Ronda vengo / lo mío buscando / la flor del pueblo / la flor de mayo / verde, blanca y verde. Ay que bonica / verla en el aire / quitando penas / quitando hambre / verde...'.
'Que alegres cantan / las golondrinas / tierra sin amos / tierra de espigas / verde... Como relucen / las amapolas / de Andalucía / trabajadora / verde...'.
'Amo mi tierra / lucho por ella / mi esperanza / es su bandera / verde, blanca y verde'.
La canción se incluyó en el primer disco de Carlos, A duras penas, (1976). El recital de Sevilla fue un éxito, pero Luis Baquero, de LVG, recuerda que le liquidó a Carlos y Benito 'unas ocho mil y pico pesetas'. Duros tiempos.
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