Una respuesta a 'viditas'

Tiene razón la señora Sanjurjo en clasificar de desafortunada mi expresión 'vidita' reproducida en la entrevista de EL PAÍS del domingo 16 de diciembre.

El corto espacio de la entrevista no daba lugar a matices y pensé que a buen entendedor no hacía falta dibujarle un mapa. Sin embargo, siendo éste el caso, me gustaría aclarar que no desdeño en absoluto a las personas que llevan a sus hijos al colegio y meriendan con las amigas; de hecho, yo misma me he ocupado de esas actividades.

Lo que intentaba explicar es que, en mi caso, prefiero lo que el destino me ha deparado: momentos rutinarios junto con otros inesperados y terribles que no se los deseo a nadie, y mucho menos a mi amable lectora.

En pocas palabras (y hablo estrictamente por mí), yo elegiría siempre una vida con altibajos a otra sin turbulencias, que es a la que aspira, creo yo, todo el mundo sensato y que nadie duda en calificar como feliz.