Los soldados internacionales podrán utilizar la fuerza
El representante adjunto de la ONU para Afganistán, Francesc Vendrell, confirmó ayer que la fuerza internacional encargada de mantener el orden en Kabul podrá usar la fuerza en el cumplimiento de su misión. 'Esperemos que no sea necesario', dijo Vendrell en una conferencia de prensa ofrecida en Kabul. La fuerza de paz, explicó el alto funcionario de Naciones Unidas, podrá hacer uso de sus armas porque se desplegará bajo el capítulo VII de la Carta de la ONU, que así lo autoriza. La Organización Internacional intenta así que no se repitan errores cometidos en previas operaciones de paz, como las de Somalia y Bosnia.
Vendrell, uno de los principales artífices del acuerdo alcanzado en Bonn para poner en marcha la transición política afgana, aseguró que la toma de posesión del nuevo Gobierno provisional, prevista para mañana, tendrá lugar en un 'ambiente políticamente amistoso'. Pero advirtió de que el relevo en el poder es solamente el principio de un largo camino hacia la reconstrucción del país, ya que todavía quedan importantes problemas por resolver. Entre ellas mencionó la reconstrucción de las infraestructuras, la creación de un Ejército afgano, la puesta en marcha de las nuevas instituciones políticas y, sobre todo, la necesidad de que las facciones que no estuvieron presentes en Bonn se sumen cuanto antes al proceso.
Condiciones idóneas
Vendrell, que tiene intención de abandonar su puesto a partir del próximo 31 de enero, explicó que la Administración interina deberá 'crear las condiciones políticas idóneas' para convocar, dentro de seis meses, una Loya Jirga, la asamblea tradicional de líderes tribales afganos, que deberá, según lo pactado en Bonn, elegir a un Gobierno provisional para los dos años siguientes. 'Si todos los afganos siguen mostrando la misma buena voluntad que hasta ahora y la comunidad internacional sigue comprometida, será posible celebrar la Loya Jirga', dijo.
Entre las funciones de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad para Afganistán (ISAF) estará la de proteger a los miembros del nuevo Gabinete que no pertenecen a la Alianza del Norte, muchos de los cuales llevan años sin pisar Kabul, señaló Vendrell. Los soldados de la ISAF no serán cascos azules ni llevarán insignias de la ONU. Preguntado por qué serán los británicos quienes encabecen el contingente, Vendrell señaló que las fuerzas británicas tienen 'vínculos estrechos' con las de EE UU, y que ambas podrán actuar conjuntamente si ocurre algún contratiempo durante los próximos meses.
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