Críticas a Mas por irse de fiesta la noche del viernes

Jordi Pujol tuvo que lidiar ayer a cuatro bandas para defender la actuación de su Gobierno durante el temporal de frío y nieve que azotó Cataluña el pasado fin de semana. En una acción coordinada como no se recuerda en el Parlament, las tres formaciones de izquierda -socialistas, Esquerra e Iniciativa- y el Partido Popular arrinconaron al presidente catalán, quien, más allá de reconocer hipotéticos errores de planificación ante una situación de emergencia, tuvo que emplearse a fondo para transmitir una imagen de unidad de su Gobierno. Y es que la oposición se cebó en el hecho de que, mientras desde el Departamento de Interior se recomendaba a los ciudadanos que no salieran a la carretera y Cataluña estaba al borde del colapso, en la noche del viernes el conseller en cap, Artur Mas, optó por irse de fiesta a una discoteca de Vilassar de Mar (Maresme).

La izquierda y el Partido Popular no ahorraron calificativos contra la actuación del Gobierno durante el temporal, en una sesión de control parlamentario cargada de tensión. Pero a Pujol le disgustaron sobremanera las duras críticas que le lanzó el Partido Popular, por lo que después transmitió su irritación a algunos parlamentarios conservadores.

Mientras que Pujol daba un 'aprobado bueno' a los servicios de emergencia del Gobierno y añadía que su actuación fue 'correcta y eficaz', desde la oposición le llovieron las críticas. Joaquim Nadal, del PSC, reclamó al presidente que no buscara culpables más allá de su Gobierno. Rafael Ribó, de Iniciativa, definió la situación de 'descoordinación total' y manifestó que la respuesta ante el colapso por el temporal fue 'propia de la decadencia de un Gobierno que ha tirado la toalla'. Josep Lluís Carod, de Esquerra Republicana, alertó de que 'la incompetencia daña la idea de autonomía política'. Y Alberto Fernández Díaz reprochó al presidente que continuara con su discurso de obtener mayor autogobierno cuando habría de procurar gestionar bien el que ya tiene.

Las palabras de Fernández Díaz irritaron a Pujol, que le contestó que 'el aprendizaje de la política no quiere decir el aprendizaje de la demagogia', y tachó de 'indignas' las críticas de la oposición por 'ensañarse' con el Gobierno en medio de la crisis del fin de semana.

Todos los grupos pidieron al presidente más 'autocrítica' y menos 'arrogancia' a la hora de reconocer los posibles fallos de coordinación y arremetieron contra él por la 'ausencia' de Artur Mas durante el temporal.

Nadal y Ribó recordaron que Interior emitió una nota para que los ciudadanos no salieran a la carretera. En concreto se trata de un comunicado emitido a las 12.45 del viernes en el que el Servicio Catalán de Tráfico recomendaba 'que no se circule por las carreteras del país, si no es absolutamente necesario, a partir de las 18 horas'. Aquella misma noche, Mas asistía a una fiesta para celebrar el cuarto aniversario de la inauguración de una discoteca en Vilassar de Mar (Maresme). Ese fin de semana, el consejero de Interior, Xavier Pomés, calificó de 'irresponsables' a las personas que, desoyendo las advertencias, habían salido a las carreteras.

Pujol informó de que el viernes, tras regresar de una reunión en Perpiñán (Francia), a las 23.30 horas se fue a su despacho del Palau de la Generalitat a trabajar y conocer de primera mano la situación de crisis originada por la ola de frío siberiano. Fue precisamente desde su despacho cuando, dijo, llamó a Mas por teléfono y el conseller en cap 'estuvo siempre localizable'. No obstante, el presidente añadió que es Pomés quien debía coordinar el operativo de emergencia y 'siempre dio la cara'.

Por la noche, CiU y el PP rechazaron la propuesta de los grupos de izquierda para convocar un pleno y aprobar la creación de una comisión de investigación sobre la actuación del Gobierno para afrontar el temporal.