600 familias de Fuencarral esperan los pisos sociales prometidos en 1986
Un millar de familias de Fuencarral, residentes en viviendas sociales pequeñas y precarias edificadas en los años cincuenta junto a la zona industrial del distrito, recibieron en 1986 la promesa de que en un lustro serían realojadas en pisos dignos. Quince años después la mayoría de estas familias (600) aún espera la vivienda que el Gobieno de la Comunidad (entonces del PSOE y desde 1995 del PP) se comprometió a facilitarles.
Los sucesivos retrasos han agotado la paciencia de estos vecinos de los llamados poblados A y B de Fuencarral, cuyas casas sufren grietas y humedades. Por eso, han emprendido una serie de protestas: la primera, el 29 de noviembre, y el pasado jueves, la segunda.
Manuel Oviedo, presidente de la asociación de vecinos La Unión, considera que el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) 'tiene suelos y dinero para construir los pisos que faltan'. 'Que no lo haga demuestra que no funciona y que le importa bien poco que las viviendas sociales tiren para adelante', afirma. Según sus datos, 'desde 1997 el Ivima no ha entregado ni una casa en el barrio'. 'Es verdad que entre diciembre y enero nos han prometido entregar 130 pisos del poblado B que llevan un año finalizados y sin adjudicar, y que en el poblado A hay otros 151 en construcción. Pero para cumplir lo acordado hacen falta otras 300 casas de las que no se sabe nada', asegura Oviedo.
Portavoces del Ivima reconocen que desde 1997 no se ha entregado ni un piso, pero lo justifican 'por la modificación de los planes urbanísticos de la zona (PERI), que, hasta que se aprueban, paralizan la concesión de nuevas licencias de obra. El plan del poblado A se aprobó en 2000 y el B está todavía sin ratificar', dicen. Niegan, asimismo, que las 130 viviendas 'que se conceden la semana próxima' llevasen un año paradas. 'Se estaba trabajando en su interior', alegan. El Ivima prevé finalizar la remodelación de la barriada en 2006.
Los poblados A y B de Fuencarral, situados en las proximidades del hospital Ramón y Cajal, fueron construidos en los años cincuenta por la extinta Obra Sindical del Hogar para alojar a familias expropiadas y a chabolistas de otras zonas de la ciudad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.