La tormentosa elección de miss Ciempozuelos

Y Ciempozuelos eligió ayer, por fin, a su reina de la belleza local. Tras quince días de broncas municipales entre el alcalde, Fernando Vergara (PP)- que apoyó a los organizadores del concurso miss Ciempozuelos y les cedió el polideportivo municipal para que celebrasen el acto- y cuatro de las cinco concejales del municipio, que consideran 'una falta de sensibilidad' que el Consistorio fomente los concursos de belleza, Virgina Arrabal, de 19 años, se alzó con el polémico título de Miss Ciempozuelos. Aunque, eso sí, la joven que representará al municipio en el certamen de miss Madrid del próximo 1 de febrero es de Fuenlabrada y, como la mayoría de las participantes, poco o nada tiene que ver con Ciempozuelos.

Las cuatro concejales (dos del PSOE y dos de las tres con las que cuenta el PP) se presentaron media hora antes de que empezase el concurso de belleza en el polideportivo municipal para entregar a los asistentes un manifiesto en el que expresaban su malestar porque el Ayuntamiento apoyase el acto. Junto a ellas, había cerca de veinte vecinos del municipio con su correspondiente fajo de papeles, entre ellos Pilar Mejías, de la asociación Unión de Mujeres. Efectivos de la Policía Municipal, de la Guardia Civil y de Protección Civil controlaron la entrada al recinto. 'Aquí dentro, nada de panfletos ni de parcantas', le decía en voz baja un miembro de la organización del concurso a uno de los policías locales. 'Sólo queremos dar el manifiesto a la gente, pedir que nos lo dejen leer ante el público y nos vamos', pedía Carmen Arenas, concejal de asuntos de Mujer. 'Que no y que no, que ustedes no pasan dentro y basta', continuaba el de la organización mientras intentaba, entre sudores, poner orden entre la riada de gente, los agentes del orden público y los papeles con el manifiesto que iban circulando de mano en mano. 'Oiga, ¿dónde está el bar?, que estoy muerto de frío', preguntó un vecino como si con él no fuera la cosa.

Y, entonces, se montó el lío. Isabel Granados, concejal de Seguridad, no podía creer que sus subordinados (los policías municipales y los miembros de Protección Civil) fuesen arengados por los miembros de la delegación de miss España en la Comunidad de Madrid para que no la dejasen entrar. '¿Pero cómo no voy a dejar entrar a mi jefa? ¿Es que está usted loco o qué?', contestó el cabo jefe de la Policía Municipal a un miembro de la organización del concurso. 'Esto es el colmo', gritaba Granados mientras se defendía de los empujones. 'Le están diciendo a mi propia gente que me impida el paso a un sitio que es del Ayuntamiento', se quejó. Al final, las cuatro concejales y el resto de vecinos que apoyaban la protesta en contra de la celebración del concurso consiguieron entrar en el recinto con la ayuda de los agentes municipales del orden. Dentro, continuaron con la protesta.

Cuando una periodista de Telemadrid estaba haciendo la conexión en directo con los servicios informativos, las cuatro concejales y Pilar Mejías, de la Unión de Mujeres, se colocaron detrás de la presentadora y mostraron, con los brazos en alto, el manifiesto. El público que estaba en las gradas empezó a apladuir, a gritar, a silbar y a agitar ellos también sus manifiestos. El delirio llegó cuando apareció por la puerta el alcalde, Fernando Vergara. 'Que viene el alcalde, vamos a darle el papel y vamos a decirle que nos lo deje leer en alto', animó Encarna Trompeta, concejal del PSOE. 'Que no, que ya os he dicho que el Ayuntamiento se ha limitado a ceder el polideportivo y que yo sólo vengo como invitado', explicó Vergara a sus compañeras, que le rodearon con los papeles mientras les enseñaba una gran tarjeta que colgaba de su cuello y donde se leía: Vip. 'Fuera, fuera', seguía gritando, enfervorizado, el público.

Los organizadores decidieron comenzar la gala y, los gritos y los abucheos -y también los aplausos de parte del público que estaba conforme con el concurso de belleza-quedaron apagados con la música atronadora del cantante Raúl y la presentación de las candidatas a miss Ciempozuelos.

Pero, poco a poco los ánimos se calmaron. Las concejales abandonaron el recinto y ya están pensando en pedir un pleno extraordinario sobre el polémico concurso. 'Ya veremos cómo queda de sucio el polideportivo, porque eso, más la luz que han gastado hoy [por ayer] y las horas extras que han hecho los agentes del orden, lo paga el Ayuntamiento', denunció Susana León, edil del PSOE. Y agregó: 'Hemos demostrado que, aunque somos de partidos políticos diferentes, podemos trabajar juntas'.

Para el alcalde, el tema del concurso de belleza 'se ha sacado de quicio y no es degradante que una mujer, por decisión propia, se preesente a miss'. Algo en lo que coincide Lorena Van Herdeer, miss España 2001 y miembro del jurado: 'Una miss no es sólo una cara bonita, también se valora que sea inteligente y que sepa hablar en público, no me parecen justas sus protestas'.

El concurso para elegir la miss de la localidad prosiguió y los organizadores consiguieron lo que buscaban: publicidad. 'En el fondo, esta movida nos ha venido muy bien porque, si no, no habrían venido tantos medios de comunicación', reconocían en la delegación de miss España en la Comunidad de Madrid. 'Por fin vamos a ser conocidos en Ciempozuelos por algo más que por el pueblo de los locos [existe un hospital psiquiátrico]', concluyó uno de los miembros del equipo de Protección Civil.