Imágenes de imágenes
Esta muestra retoma un viejo discurso fotográfico (posiblemente periclitado a estas alturas) que analiza las divergencias existentes entre realidad y el infinito universo de posibilidades de manipulación de la 'verdad' fotográfica. Lo cual evidencia que, a veces, 'las imágenes se convierten en intermediarias entre los hombres y los dioses', como explica el comisario de la muestra Alejandro Castellote, citando a Juan José Martínez. Y lo hacen, trazando un puente similar al de los 'textos del Concilio de Trento que manifiestan la importancia que la Iglesia siempre ha otorgado a la imaginería: porque para ella es necesario defenderlas y conservarlas, ya que el honor que se rinde a las imágenes se dirige a los originales que representan (...), si sustituimos los dioses por líderes, Iglesia por Estado, y saltamos en el tiempo hasta la actualidad, comprobamos que esa capacidad de intermediación se mantiene', tanto en el documento como en el imaginario fantástico.
LA SUBVERSIÓN DE LA REALIDAD
Fotografía. Sala Millares (Antiguo MEAC) Juan de Herrera, 2. Madrid Hasta el 20 de enero de 2002
La totalidad de la obra expuesta bajo el genérico La subversión de la realidad no deja de ser un repertorio de 'imágenes de imágenes' realizado por cinco autores cuya producción nada tiene en común entre sí, pero que sin embargo, ahora, colocadas en sala establecen un congruente diálogo entre ellas. Así, Martí Llorens (Barcelona, 1961), Isabel Flores (Santa Cruz de Tenerife, 1971), Aitor Ortiz (Bilbao, 1971), Ángel Marcos (Medina del Campo, 1955) y Vari Caramés (Ferrol, 1953) utilizan la cámara como un instrumento cuya función esencial no consiste en el registro de lo empírico, 'sino el resultado de la puesta en escena con su representación como único propósito'. Para Caramés, la fotografía perdió, desde hace años, su carácter representativo cambiándolo por el universo de lo sugerente. Martí Llorens e Isabel Flores recurren a lo literario de una historia reinventada cuyas tomas precisan textos. Llorens reconstruye un frente de nuestra pasada contienda civil protagonizado por burocráticas fichas fotográficas de milicianos, acotadas mecanográfica y caligráficamente. Flores lo hace con lo sepia de sus gelatinobromuros virados al té, remitiéndonos a un viaje imaginario Ángel Marcos busca los referentes en el mundo urbano de las pantallas y las cajas de luz publicitarias y Aitor Ortiz juega geométricamente con los laberintos del espacio.
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