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El aprendiz de Javi Moreno

El delantero, bigoleador en Zaragoza, se suma por fin a la fiesta del líder

Javi Moreno es un valenciano que se crió futbolísticamente en la cantera del Barcelona. El Alavés fue su trampolín después de un breve aprendizaje en el Numancia. Ha triunfado. Al menos, en el terreno económico, porque en el deportivo ahora juega sus primeros minutos como titular en el Milan.

Rubén Navarro, de 23 años, ha recorrido un trayecto parecido, aunque con distintos orígenes. Es hijo de un minero de Sallent (Barcelona) y fue descubierto para el Valencia por Miguel Ángel Adorno hace nueve. Jorge Valdano le hizo debutar en la Primera División con 19. No ha triunfado aún, pero está empeñado en ello y sigue los pasos de Moreno.

'Por favor, no quiero que me comparen con nadie', advirtió Navarro en julio, el día de su presentación en el Alavés. Sin embargo, salta a la vista que tiene algo en común con Moreno. Él también jugó cedido en el Numancia antes de que Mané le ofreciera la oportunidad de hacerse grande.

Hasta este último fin de semana, sin embargo, Navarro no era plenamente feliz en Vitoria. Dos escasos goles en las primeras 15 jornadas, siendo el delantero titular, no era un balance digno. Y más para el sucesor de Moreno, un estigma bajo el que, quiera o no, debe vivir.

El público de Mendizorroza, la prensa, los corrillos..., casi todos apreciaban un lunar en el ataque del Alavés. Tenían argumentos para pensar: 'No se busca los balones', 'no se deja caer por las bandas', 'no es tan determinante'. Todos lo veían menos Mané, su valedor, el único que creía y cree en él por encima de todo.

El domingo, ante el Zaragoza, Navarro se lo agradeció con otros dos tantos: uno, de un cazagoles; otro, de un artista. Si no es un supergoleador, sí hay que destaparse ante su facultad para lograr dianas espectaculares. Después de un mes y medio de secano, tenía dedicatorias pendientes. La primera se la dedicó a Aitor Zabaleta, el seguidor de la Real Sociedad asesinado hace tres años en los aledaños del estadio Calderón, de Madrid; la segunda, a Desio, un compañero lesionado en la pretemporada.

Le ha costado, pero Navarro se ha sumado por fin a la fiesta del Alavés. No era lógico que el líder jugara sin delantero. Quizá hayan influido en su resurgir los consejos de Moreno desde Milán. 'Sé más egoísta', le dijo hace unas semanas.

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