45.000 millones en la primera fase

Los partidos e instituciones vizcaínas afrontan este segundo plan de la Margen Izquierda con más optimismo y esperanzas que el primero, que no cumplió las expectativas previstas. De hecho el plan 1997-2000 captó sólo una quinta parte de la inversión esperada y creó algo más de la mitad de los puestos de trabajo barajados. El programa pretendía lograr una inversión de 250.000 millones, que finalmente se quedó en 45.000, y generar 4.000 empleos, que en el balance se limitaron a 2.300.

El diputado general, Josu Bergara, afirmó hace ahora un año que, aunque no se habían conseguido los objetivos marcados, estaba 'razonablemente satisfecho'.

El plan de revitalización consiguió, en subcontratación, una inversión de 9.653 millones, con 587 puestos de trabajo; el programa Ekimen de subvenciones directas promovió 27.640 millones y 1.278 empleos y hubo otros 7.533 millones y 432 puestos a través de créditos subvencionados por el Ministerio de Industria.

Bergara admitió que el proceso había sido lento, pero expresó su opinión de que 'el plan era excesivamente ambicioso'. Varios de los proyectos estratégicos previstos, los que suponían mayor inversión, todavía siguen sin ejecutarse y se pretende incluirlos en la segunda fase y otros, como el de la incineradora de basuras de Zabalgarbi, cambiaron su ubicación inicial desde Erandio a Bilbao.

El nuevo programa se pondrá en la marcha con el lunar de no haber podido aunar a todos los partidos políticos. IU y Batasuna anunciaron hace un año su disposición a participar en la comisión del plan de revitalización, pero no se han incorporado. Los primeros han criticado que se incluyan proyectos que están en marcha y la coalición abertzale ha solicitado una actitud más activa de las instituciones y que no se deje en la iniciativa privada el futuro de la Margen Izquierda.