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Manuel Leguineche estrena 'Verdad inocente', un documental sobre la tragedia de los niños afganos

La película, de 41 minutos de duración, ha sido rodada en Peshawar durante el mes de octubre

La guerra vista a través de la mirada de los niños afganos es el hilo argumental de Verdad inocente, un documental dirigido por el conocido reportero y escritor Manuel Leguineche. Rodado en Peshawar, la ciudad paquistaní donde se agolpan más de dos millones de refugiados afganos, el documental recoge las historias, las condiciones de vida y los sueños de los niños exiliados.Leguineche ha elegido Brihuega -Guadalajara- para lanzar el estreno de Verdad inocente, un sobrecogedor testimonio sobre la tragedia que están viviendo los niños afganos.

El documental, de 41 minutos de duración, está concebido como un reportaje en profundidad que indaga en las vivencias, los pensamientos y las historias de un puñado de niños afganos refugiados en Peshawar (Pakistán).

Los dibujos de los niños son el hilo conductor del relato. A través de esas pinturas, los pequeños expresan la visión de su país, de su familia y de su vida. La idea de utilizar los dibujos como vehículo expresivo se le ocurrió a Leguineche por puro azar: 'Me encontraba en un campo de refugiados afganos, cerca de la frontera de Pakistán con Afganistán, y vi a una niña trazando unos dibujos en un papel muy rudimentario. Me acerqué y observé que estaba expresando, de un modo tan ingenuo y verdadero como hacen los niños, lo que le había pasado: en uno de los dibujos había talibanes pegando a mamá; en otro, unos aviones bombardeando su aldea'.

En opinión de Leguineche, 'a través de sus dibujos, los niños expresan la realidad de la guerra incluso mejor que algunos poetas o los propios periodistas. De una manera ingenua e infantil, pero muy veraz y directa. Son niños que sólo han conocido la guerra y te preguntan si crees que la vida es toda así. Si toda está hecha de policías que pegan a las mujeres y meten en la cárcel a los que se cortan la barba'.

Producida por José Ramón Plaza, la película se rodó durante el pasado mes de octubre en las calles de Peshawar. Colaboran Fermín Ayo, Óscar Espelde y Eider Plaza, además del director de cine afgano Musar Rasmanish, que se lamenta en el documental de que los talibanes han arrasado con todas sus películas y le han prohibido filmar.

En el transcurso de esta semana, el documental se podrá ver en Euskal Telebista, y simultáneamente, la Sala Rekalde de Bilbao va a inaugurar una exposición con los dibujos de los niños que se muestran en Verdad inocente.

Realidades todas ellas atroces, como la de Sharifa, una niña de once años que teje alfombras junto a otros niños en un misérrimo local de Peshawar y desconoce lo que es una escuela. En su país, los talibanes cerraron las aulas a las niñas y, en el campo de refugiados, su padre le niega la posibilidad de educarse. La familia necesita dinero y no pueden prescindir del trabajo de Sharifa, que cobra una rupia por 120 nudos.

La niña teje desde las cinco de la mañana hasta las nueve de la noche. Dice que no sabe leer ni escribir, y cuando le preguntan si ha sido feliz algún día de su vida, pinta una flor y un hermano pequeño. Explica con timidez que 'fue feliz el día que mi hermano cumplió años'.

Junto a los niños tejedores de alfombras van desfilando por el documental los que tan sólo con diez años trabajan como sirvientes en casas de ricos, los que recogen basura mientras sueñan con ser médicos para ayudar a los heridos, los que mendigan...

Uno de los recolectores en la basura de Peshawar se lamenta de su suerte: 'Recoger metales, papeles, huesos, es un oficio horrible, asqueroso. Y no nos queda tiempo para jugar, ni para ir a la escuela'. Su tiempo es sólo una lucha para sobrevivir a la pobreza y no ser víctima del hambre, la sed o el frío.

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