El Ejecutivo señala ahora que la acción contra ETA no depende de unas listas
El Gobierno analizó ayer los problemas que plantea la inclusión de Batasuna, formación política que apoya a ETA y no condena sus atentados, en la lista de organizaciones terroristas que debe aprobar la Unión Europea. El ministro portavoz, Pío Cabanillas, afirmó ayer tras concluir el Consejo de Ministros que 'la acción contra ETA no debe depender de que Batasuna esté en la lista de organizaciones terroristas'.
La clave está, según Cabanillas, en 'trasladar la realidad de las relaciones entre ETA y Batasuna a nuestros socios para combatir al terrorismo a través de listas, por la vía judicial o la policial'. En esa línea de pedagogía política a la que Cabanillas limitó las pretensiones de José María Aznar sobre Batasuna, el portavoz del Gobierno recordó ayer que Iñaki Lizundia, detenido la víspera en Francia, fue concejal de HB (hoy Batasuna).
Ilegalización
Cabanillas respondió con un 'no' tajante a la pregunta de si el Gobierno está estudiando la ilegalización de Batasuna. '¿Que si estamos estudiando en estos momentos la ilegalización de Batasuna? La respuesta es no. Estamos estudiando cualquier fórmula para, con los medios del Estado de derecho, enfrentarnos al terrorismo, a quienes lo apoyan, lo financian y colaboran con él '. 'No se trata de estar en unas listas u otras sino de un proceso de identificación pública contra quienes nos enfrentamos'.
Cabanillas aprovechó su comparecencia para instar al Gobierno italiano de Silvio Berlusconi, a que 'reflexione y rectifique su decisión de bloquear la aprobación de la orden europea de detención y entrega' porque 'vetar la euroorden es simplemente negativo para toda la Unión'.
El portavoz del Gobierno del Partido Popular precisó que 'aún queda tiempo para esa rectificación' y se remitió al próximo Consejo Europeo de Laiken. No obstante, adelantó que si Italia no reconsidera su posición 'no cabe la menor duda de que, llegados al extremo, se establecería una cuestión de cooperación reforzada a 14', lo que excluiría a Italia del ámbito de aplicación del mandamiento de entrega y detención inmediata de personas que hayan cometido alguno de los 32 delitos establecidos en la euroorden.
Cabanillas aseguró que José María Aznar, que es amigo y correligionario de Berlusconi en la Internacional Demócrata de Centro no había hablado con el dirigente italiano para presionarle a fin de lograr que desista de su posición de bloqueo.
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