La falta de nieve reduce en un 40% las visitas a Sierra Nevada y fuerza la cancelación de reservas
Cetursa limita la venta de 'forfaits' para mantener la seguridad y la comodidad de las pistas
La ausencia de nieve redujo la afluencia de visitantes a la estación de esquí de Sierra Nevada, en el primer día del puente de la Comstitución, en un 40% (más de 4.000 personas) con respecto a la temporada anterior. Los hoteleros también sufrieron los efectos de la restricción forzosa del área esquiable a sólo 4,5 kilómetros. La reserva de los hoteles pasó del 80% al 60%. Cetursa, la empresa que administra la estación, limitará hoy a 450 el número de abonos para utilizar los remonetes mecánicos que se pondrán a la venta. Las previsiones meteorológica son ligeramente más optimistas.
El buen tiempo está levantando malas caras en Sierra Nevada. De las 52.000 personas que recibió la estación en todo el puente del pasado año se pasó ayer a unas escasas 5.000 (3.800 esquiadores y cerca de 2.000 visitantes). Los 28 kilómetros de pistas esquiables en el 2000 se han quedado en 4 kilómetros escasos, y eso gracias a la actividad de los cañones de producción de nieve de hace unos días. Ayer mismo, sin embargo, las altas temperaturas en el macizo montañoso ni siquiera permitieron que funcionaran los cañones. La ocupación hotelera fue tan sólo del 60% frente al 80% de otros años.
'La presencia de esquiadores ha descendido notablemente en este puente porque ya llevábamos varios días advirtiendo sobre la situación metereológica', explícó Manuel Santaella, responsable de prensa de Cetursa. 'No obstante, si bien los forfaits para esquiar han sido limitados, sí ha habido muchos visitantes que han acudido a pasar el día en la estación'.
A las 11.30 horas de ayer ya se habían agotado los 3.800 forfaits que Cetursa puso a la venta. También se vendieron otros por adelantado. Hoy se expedirán únicamente 450 forfaits y mañana, 800. 'Hemos de tener en consideración, sobre todo', dijo Santaella, 'que los pocos esquiadores que hay se encuentren cómodos y seguros'. 'Además', añadió, 'las pistas, con tan poca nieve, no podrían resistir un elevado número de visitantes'.
En Pradollano, núcleo central de la estación, lucía ayer un espléndido sol, con una temperatura más propia del otoño que del invierno. Podían percibirse más visitantes que acudían a la zona para almorzar o tomarse una cerveza que aficionados al esquí. Los remontes estuvieron abiertos y en funcionamiento, aunque sólo las pistas del Zorro, la de Principiantes y la del Río, ésta última parcialmente, estaban disponibles y en condiciones.
'La diferencia con respecto al año pasado se está notando enormemente', explicaba Jesús Jiménez, un trabajador de un comercio de alquiler de esquíes. 'El año pasado, en este mismo día, ya habíamos alquilado los 2.000 pares de esquíes aproximadamente que tenemos. Hoy apenas habremos llegado a los 500'. La misma situación se producía en los hoteles, que han visto canceladas algunas reservas, lo que ha hecho que la ocupación se reduzca al 60%. Las previsiones meteorológicas para los próximos días no son más optimistas, ya que sólo contemplan un ligero descenso de las temperaturas, lo que podría hacer posible el funcionamiento de nuevo de los cañones de nieve, cierta nubosidad y ningún tipo de precipitaciones. A quienes tienen sus negocios en la estación, pese a todo, el descenso de esquiadores no les ha pillado de sorpresa, pues conocían la situación meteorológica.Algunas localidades de la Sierra de Cádiz, como Grazalema, Zahara de la Sierra, Arcos de la Frontera y El Bosque, están repletas de turistas este puente de la Inmaculada. El auge de la oferta natural y de descanso de estos municipios serranos ha atraído un año más por estas fiestas a miles de visitantes de las grandes poblaciones urbanas de Cádiz, Málaga y Sevilla, así como a un creciente turismo internacional procedente en su mayoría de Alemania, que han copado todos los hoteles, alojamientos rurales, cabañas de campo, y albergues de la zona.
Algunas de estas localidades han triplicado su población estos días y la mayoría de los alojamientos han colgado el cartel de completo, según confirmó ayer el presidente de la Asociación de Hosteleros de la provincia de Cádiz (HORECA), Antonio de María Ceballos, quien explicó que los municipios gaditanos se están beneficiando de la crisis turística que sufren otros destinos.
La situación es especialmente boyante en Grazalema, que ha consolidado su oferta de turismo rural, tranquilo, de descanso, y paisajístico gracias a las excelencias del Parque Natural, así como la posibilidad de practicar deporte al aire libre y degustar los platos de la gastronomía típica de la sierra.
El alcalde de Grazalema, Antonio Mateos, resaltó estas características de la oferta turística serrana y confirmó, además, que este año la oficina de turismo ha registrado una importante presencia de visitantes alemanes. 'Es un turismo internacional de mucha calidad que comienza a sentirse en esta localidad y que beneficia bastante porque son personas con un alto poder adquisitivo y que suele dejar mucho dinero', subrayó Mateos, quien anunció que el Ayuntamiento de Grazalema no permitirá la masificación turística en esta localidad ante la creciente demanda de plazas.
'No queremos que Grazalema sea un tumulto de gente donde no se pase bien. Queremos ser un pueblo tranquilo', dijo el alcalde, quien detalló que una de las últimas instalaciones turísticas que se abrirán en esta localidad será un nuevo establecimiento de 80 plazas, de la cadena de hoteles Fuerte, que ya tiene comprometidas estas camas para todo el próximo año y medio.
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