Sharon acusa a Arafat de los atentados y bombardea su residencia de Gaza

Helicópteros Apache del Ejército israelí destruyeron ayer con misiles la residencia oficial de Yasir Arafat, presidente de la Autoridad Palestina, en Gaza. El cuartel general de la policía palestina y la sede del gobernador de Yenín, en Cisjordania, fueron también atacados por helicópteros y aviones F-16. Las operaciones militares, que destrozaron varios edificios y provocaron una veintena de heridos, fueron la respuesta a los atentados suicidas palestinos del sábado y el domingo en Jerusalén y Haifa, que causaron 30 muertos y casi 200 heridos.

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, regresó ayer urgentemente de Estados Unidos y dirigió un mensaje al país antes de reunir al Gobierno en una sesión de emergencia para aprobar un plan de lucha contra el terrorismo. 'Arafat es responsable de todo lo que está pasando, esta vez no permitiremos que nos engañe', dijo Sharon, que habló de 'una guerra que se nos ha impuesto'. El líder israelí no dio detalles de las medidas que piensa adoptar, de las que los ataques aéreos de ayer serían sólo el comienzo.

Durante los ataques, Arafat, que ha solicitado una reunión urgente de la Conferencia Islámica, estaba en Ramala, en Cisjordania. Saeb Erekat, jefe del equipo negociador de Arafat, dijo que el discurso de Sharon era 'una declaración de guerra contra todo el pueblo palestino'. En Washington, desde donde se sigue con gran preocupación la escalada de violencia, la Casa Blanca dijo que Israel tiene 'derecho a defenderse', pero que es importante que se mantenga el diálogo entre el Gobierno israelí y la Autoridad Palestina.