El Celta se agarra a su única opción
Victoria apurada del cuadro de Vigo frente al Villarreal a pesar de la diferencia en el marcador
Dado que es lo único que le queda, el Celta ha decidido aferrarse a la Liga, en la que a pesar de todo no le va tan mal. Eliminado de todo lo eliminable, el ejercicio de fe en la campeonato liguero al que se ha entregado le va dando victorias, apoyado en el cómodo tramo del campeonato que atraviesa, y hasta daría la impresión de que la temida crisis es pasado si los nervios no le acompañasen hasta en ocasiones tan ventajosas como la de ayer.
Asalta al Celta una especie de síndrome del Athletic, consistente en temer siempre lo peor. El desastre frente al equipo vasco, con tres goles rivales en los últimos siete minutos, parece condenado a repetirse en el imaginario de jugadores y aficionados, y con 3-0 en el marcador convirtió de forma increíble un partido cómodo en un nuevo calvario. En eso también se parece al Real Madrid, que dio un buen ejemplo el sábado contra Osasuna.
CELTA 3| VILLARREAL 1
Celta: Cavallero; Velasco, Berizzo, Cáceres, Juanfran; Luccin, Vagner (Doriva, m. 74); Jesuli, Karpin, Edu (Benni McCarthy, m. 78); y Catanha (Pablo Coira, m. 89). Villarreal: López Vallejo; Galván (Xavi Roca, m. 88), Álvarez, Unai, Arruabarena; López (Amor, m. 49), Cagna, Galca (Craioveanu, m. 49), Gracia; Víctor y Guayre. Goles: 1-0. M. 4: Jesuli remata de volea un centro de Karpin desde la izquierda. 2-0. M. 49. Edu aprvecha un mal rechace en el área tras un córner sacado por Karpin. 3-0. M. 52. Edu cabecea un centro de Karpin. 3-1. M. 56. Guayre culmina una serie de rechaces en el área. Árbitro: Pino. Amonestó a Unai. Unos 18.000 aficionados en Balaídos.
Acortó el resultado el Villarreal y, como simpre, sufrió el Celta. La ausencia de Palermo alumbró un Villarreal más combinativo, que puso a prueba los conocidos problemas defensivos del equipo vigués, que no sufrió más porque el Celta cortó más balones en el centro del campo que en la zaga. Con ese panorama y con Catanha persiguiendo sombras, el partido se convirtió en un abuso para el espectador, al que entre todos condenaron al aburrimiento.
Menos mal que llegó el gol de Jesuli. Menos mal para el Celta y menos mal para el fútbol, porque ese lance fue lo único fumable en medio del erial de la primera mitad. Pese a su frágil aspecto, el jugador andaluz se ha convertido en el clásico ejemplo de centrocampista con gol. Su juego se mantiene en progresión y las cifras avalan su titularidad, aún intermitente, con seis goles en lo que va de curso. Inició el Celta la segunda parte con dos tantos en siete minutos, pero que nadie piense que lo que restaba fue un trámite. Echa en falta el equipo de Balaídos alguien que sepa marcarle el ritmo al partido, y en medio de la duda entre entregarse al ataque o enredar al Villarreal se le fue el partido de las manos. Pero el Villarreal no tuvo la contudencia en el ataque de la que se benefició su rival.
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