El gran ajuste europeo del empleo

El enfriamiento económico comienza a notarse en Europa. Si los primeros síntomas pasaron en primavera casi desapercibidos, el 11 de septiembre los ha hecho más que patentes, y las empresas europeas han empezado a reaccionar, siguiendo el ejemplo de las estadounidenses. La alegría de la creación de empleo de los últimos años está dando paso a un movimiento de ajuste generalizado. Por primera vez desde 1997, el año que viene la Unión Europea verá crecer el número de parados hasta alcanzar los 12 millones de desempleados, medio millón más que este año.

Los datos más preocupantes son los referidos a Alemania, la locomotora europea, que el año que viene registrará una tasa negativa del 0,3% en la creación de empleo. Muchas de sus compañías han anunciado ya recortes de plantillas, entre ellas, algunas tan emblemáticas como Siemens, que recortará 17.000 empleos.

En lo que va de año, en Alemania han quebrado cerca de 30.000 empresas, un 10% más que en 2000, con la pérdida de 500.000 empleos. Mientras, Francia vive el final de su milagro, tras cinco meses consecutivos de aumento del paro. El Reino Unido ha registrado en octubre, por primera vez este año, un aumento del paro, y sus ejecutivos anuncian ajustes. Una encuesta entre 250 altos cargos deja de manifiesto que el 25% ha puesto en marcha planes para reducir la inversión y el 10% cree que tendrá que recortar empleo.

En Italia, el 11 de septiembre ha agravado una situación que ya era mala. De agosto de 2000 al pasado agosto ya se habían dado 26.000 despidos. Y en los países escandinavos el ajuste viene marcado por los recortes en Ericsson, Nokia, ABB o SAS.

En España, la crisis se nota en una menor contratación temporal. De momento, los ajustes masivos de empleo se ciñen a sectores muy castigados por el 11-S, como el aéreo, y a las telecomunicaciones.