La familia de George Harrison despide en la intimidad al ex 'beatle'
El guitarrista fue incinerado en Los Ángeles poco después de morir
La familia y amigos de George Harrison acompañaron al ex beatle en su 'tránsito hacia otra forma de existencia' con cánticos espirituales hindúes. La despedida se celebró en la intimidad, lejos de los focos de la prensa y del histerismo de los fans que el músico tanto detestó en vida. Algunas informaciones sugerían ayer que el famoso guitarrista fue incinerado a las pocas horas de su muerte, la madrugada de viernes, en Los Ángeles.
George Harrison se inició en los años sesenta en el misticismo hindú de la comunidad Hare Krishna y los cánticos espirituales le acompañaron en las horas previas a su ocaso. Viejos amigos y discípulos hindúes se unieron a su mujer, Olivia Arias, y a su hijo, Dahni, en la despedida del que fuera en su juventud el más callado y atractivo beatle. De acuerdo con la tradición, el guitarrista debía ser incinerado inmediatamente, aunque la familia tan sólo confirmó la celebración de una ceremonia privada en Los Ángeles.
El silencio sobre las exequias aún perduraba ayer. Informaciones extraoficiales indicaban que sus cenizas serán esparcidas sobre las aguas de un río sagrado de la India, quizá el Yamuna, cerca de Taj Mahal, donde Harrison acudió con frecuencia a meditar. La viuda y su hijo cumplirían así el deseo del famoso músico, que murió el jueves, a los 58 años, tras una larga lucha contra el cáncer. Los dos beatles supervivientes, Paul McCartney y Ringo Starr, se despidieron personalmente el mes pasado cuando ambos visitaron a su convaleciente colega en el hospital Universitario de Staten Island, en Nueva York.
Harrison presentía su final, 'la muerte física, aunque no espiritual', como él mismo definió los efectos de la desaparación de John Lennon, a manos de un demente hace 20 años. Según ha señalado McCartney, Harrison 'tenía la moral alta'. Esos días tocó incluso la guitarra, según unas declaraciones a la prensa británica atribuidas al doctor Gil Lederman, el especialista en oncología que le operó en Staten Island. 'Creo que fue un proceso más doloroso para la familia que para él. George ya había aceptado ', declaró el médico.
Bandas e intérpretes británicos recordaron la música de los Beatles y de George Harrison en la gala, la noche del viernes, de los primeros premios Top of the Pops, el popular programa de televisión de la BBC. Estaba prevista la participación en la velada de McCartney para recibir un galardón que él mismo debía estrenar, el Top of The Pops Hall of Fame. Canceló la invitación y dedicó el homenaje al desaparecido amigo, al que consideraba, dijo, 'mi hermano pequeño'.
Los fans, al menos de momento, también están cumpliendo los deseos del autor de While my guitar gently weeps, My sweet Lord, Here comes the sun y Something. No se han visto gestos de histeria colectiva ni gritos de dolor en los lugares frecuentados en vida por Harrison.
Un hombre de paz
Junto al mítico Cavern Club, de Liverpool, un cartel le recuerda como 'un hombre de paz que murió en paz'. En el Museo de los Beatles y el Ayuntamiento de la ciudad, jóvenes y mayores escriben desde el viernes notas de pésame en los libros de condolencia. En la verja de Friar Park, su magnífica residencia en Henley on Thames, en el condado de Oxfordshire, y en el muro de los estudios Abbey Road, de Londres, donde los Beatles grabaron todos sus discos, los seguidores de Harrison depositaron ofrendas florales y emotivos mensajes de despedida. Los homenajes se repiten, en Central Park de Nueva York y en Los Ángeles.
Babelia
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