Dos jurados para el mismo delito
Un delincuente de Ceuta ingresa en prisión después de que el Supremo ordenara repetir el primer juicio, del que salió absuelto
Un jurado popular ha declarado culpable de homicidio a un conocido delincuente ceutí, Mustafá A. A., de 24 años, apodado Stiffo, tres años después de que otro jurado lo absolviera por los mismos cargos y el Tribunal Supremo ordenara la repitición de todo el proceso.
El segundo juicio de Stiffo, el tercero con jurado popular que se celebra en Ceuta, se ha desarrollado bajo fuertes medidas de seguridad durante toda la semana en la sala de vistas de la Sección VI de la Audiencia Provincial. El tribunal ha escuchado más de veinte testimonios de peritos y testigos y han valorado las pruebas documentales que al final han demostrado para el jurado que Stiffo es culpable de todos los delitos que se le imputan.
El veredicto de culpabilidad, que fue emitido por al menos siete de los nueve miembros del jurado, se dio a conocer el viernes por la noche, después de una deliberación de 36 horas casi ininterrumpida. A Stiffo, integrante de una banda ceutí relacionada con el narcotráfico, se le acusaba de haber sido el autor de los dos disparos que acabaron, en julio de 1996, con la vida de Abselam I., con el que tuvo una fuerte discusión en la barriada marginal de Príncipe Alfonso. Entonces, Stiffo contaba con 19 años y ya era viejo conocido de la policía ceutí.
El caso fue juzgado por primera vez en junio de 1998. Mustafá A. fue absuelto por el tribunal de los cargos de homicidio y tenencia ilícita de armas, al no hallar probadas ni su presencia en el lugar de los hechos ni la aparición de la escopeta de postas con las que se disparó. Esta sentencia fue consecuencia del veredicto de un jurado que necesitó cuatro votaciones para emitirla. Fue recurrida por la acusación particular ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), alto tribunal que en diciembre de 1998 anuló el fallo judicial. La entonces abogada del acusado interpuso en su día ante la Sala de lo Penal del Supremo un recurso de casación, que lo desestimó hace varios meses ordenando, cinco años después de que se cometiera el homicidio, que Stiffo volviera a sentarse en el banquillo de los acusados, donde ha sido finalmente declarado culpable de todos los cargos y al que le espera una pena de cárcel que puede alcanzar los 22 años y 7 meses, que ha sido la petición del fiscal, y una indemnización para la familia de la víctima de 25 millones de pesetas.
El historial delictivo de este joven ceutí es muy extenso. Así, un año después de ser declarado inocente del crimen, Stiffo participó presuntamente en otro asesinato, ocurrido el 31 de diciembre de 1999 en la misma barriada y en el que murió otro joven relacionado con las bandas de narcotraficantes. Desde entonces, Stiffo se hallaba en búsqueda y captura. Su actividad diaria la desarrollaba en la barriada de Príncipe Alfonso, un lugar que conoce a la perfección y en donde tenía la cobertura suficiente de familiares y amigos para su protección.
Al encontrarse en busca y captura, tomaba unas extraordinarias medidas de seguridad para evitar su detención: nunca dormía dos noches en el mismo lugar, aunque sí siempre en su barriada, y cuando salía a la calle lo hacía siempre dentro de vehículos con lunas tintadas y a horas poco habituales.
La policía intentó detenerlo en cinco ocasiones, pero siempre se zafó del cerco, gracias en parte a la colaboración de vecinos y a la propia configuración urbanística de la barriada y a sus angostas callejuelas. Dos de estas veces logró escapar saltando de azotea en azotea.Todo ello había rodeado a Stiffo de una aureola criminal entre el vecindario, según la policía, lo que aprovechaba para cometer otros delitos. Su ingreso en prisión ha sido durante más de un año el objetivo prioritario no sólo de la policía, sino de la Delegación del Gobierno.
Ha sido su reciente detención, llevada a cabo el pasado 27 de julio en una espectacular operación policial en la barriada de Príncipe, la que motivó que pudiera ser nuevamente juzgado por homicidio, con un nuevo magistrado como presidente del tribunal y con otros nueve jurados que no participaron en el juicio anterior.
El Tribunal Supremo argumentó la repetición del proceso judicial amparándose en que el veredicto emitido por los jurados que lo absolvieron de homicidio, estaba arbitraria e irracionalmente motivado.
El abogado defensor de Stiffo, Emilio Rodríguez Menéndez, ya ha anunciado que recurrirá la sentencia 'ante instancias más altas', y llegó incluso, durante la vista, a solicitar la disolución del jurado.
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