Invicto y verdugo de Rumania
Hace poco más de doce meses y recién llegada a un campeonato de primer nivel, pocos datos de interés ofrecía Eslovenia cuando se enfrentó a España en el segundo partido de la Eurocopa 2000. Sin embargo, el equipo de Camacho, que necesitaba la victoria a toda costa tras perder lastimosamente en la primera jornada ante Noruega, pasó un mal rato frente al cuadro esloveno. Marcó Raúl en el arranque, pero empató Zahovic, el único jugador reconocible antes y ahora. Menos mal que Etxeberria resolvió de inmediato e hizo el 2-1 definitivo.
Poco ha cambiado Eslovenia desde entonces. Ni en cuanto a su juego ni en cuanto a sus protagonistas. Logró el billete para el Mundial al superar a Rumania (2-1 y 1-1) en la repesca, a la que llegó tras quedar la segunda en su grupo, por detrás de Rusia y por delante de Yugoslavia y, atención, sin perder ningún partido: cinco victorias y cinco empates. Ahora ocupa el 26º puesto en la clasificación de la FIFA. Nada espectacular, basa su éxito en la defensa, en la que se juntan tres centrales y dos laterales, lo que no impidió que las débiles islas Feroe le marcasen dos goles.
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