Abierto el primer tramo de autovía en la peligrosa 'carretera de los pantanos'

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, y su consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, inauguraron ayer los primeros 12 kilómetros de la autovía de la M-501, que, cuando esté finalizada, en verano de 2002, tendrá un total de 21,8 kilómetros entre la M-40 y Quijorna. El resto de la vía, hasta San Martín de Valdeiglesias, atraviesa una zona de gran importancia ecológica, y por eso no podrá ser desdoblada en autovía, aunque el Gobierno asegura que mejorará su trazado. La M-501, o carretera de los pantanos, es uno de los puntos negros de la región.

La nueva autovía costará a las arcas de la Comunidad 13.000 millones de pesetas; de ellos, 7.000 millones han servido para financiar el tramo abierto ayer: 12 kilómetros entre Villaviciosa de Odón y el cruce con la localidad de Quijorna (junto a Brunete); en ese tramo, la carretera, hasta ahora de doble sentido, ha sido desdoblada para convertirla en autovía. La segunda fase del proyecto, que finalizará previsiblemente el próximo verano, consistirá en habilitar también como autovía los 9,8 kilómetros de la M-511 que van desde la M-40 hasta la actual M-501, en el municipio de Villaviciosa de Odón.

La nueva infraestructura será financiada con el sistema de peaje en la sombra: los conductores no pagarán nada por utilizar la autovía, sino que será el Gobierno regional el que abone a la empresa concesionaria en función del número de vehículos que pasen por la carretera. ¿Cómo averiguarlo? Con unos lazos especiales que se colocan bajo la calzada y que, por un mecanismo de inducción magnética, detectan el paso de masas metálicas en movimiento. Esa información llega después a una estación central y allí se traduce en número de vehículos por carril y sentido, velocidad, longitud, etcétera.

La llamada ruta de los pantanos, por la que discurren las carreteras M-501 y M-511 al suroeste de la región, atraviesa los municipios de Villaviciosa de Odón, Boadilla del Monte, Quijorna y Brunete. Además, a través de la M-501 se accede a varias localidades importantes como San Martín de Valdeiglesias, Navas del Rey, Sevilla la Nueva, Chapinería y Pelayos de la Presa. Los 22 kilómetros que Obras Públicas ha decidido desdoblar en autovía son sólo una mínima parte de la extensión de esta carretera. Pero son los únicos en los que puede acometer una obra de este tipo. Y es que la parte final de la M-501, entre Quijorna y San Martín de Valdeiglesias, atraviesa una Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA).

Zona protegida

La Consejería de Medio Ambiente se ha opuesto siempre a construir una autovía en esta zona protegida -83.000 hectáreas bajo tutela de la Unión Europea- en la que sobreviven especies en peligro de extinción y bosques mediterráneos. Un informe del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) apoyó el año pasado esta postura de Medio Ambiente y desaconsejó desdoblar la vía más allá del municipio de Chapinería. Por eso, Obras Públicas se ha decidido finalmente a acometer la obra sólo en la primera parte de la carretera, entre la M-40 y Quijorna, y asegura que en el resto realizará mejoras puntuales del trazado, como ampliar los arcenes y eliminar los puntos más peligrosos. Actualmente, la consejería ultima estas reformas con Medio Ambiente y con una veintena de alcaldes de la zona, firmes partidarios de desdoblar la carretera para reducir su siniestralidad.

La M-501 es, según los datos de Obras Públicas, la carretera con más accidentes mortales de toda la región -aunque, en número total de siniestros, se sitúa por detrás de las carreteras de Colmenar (M-607) y de Alcorcón-Rivas (M-506)-. El pasado verano, cinco miembros de una familia murieron en el kilómetro 38 de la M-501, en el término municipal de Chapinería, tras chocar frontalmente su vehículo con una furgoneta de Correos que circulaba en sentido contrario. Tras aquel accidente, los alcaldes de localidades próximas reavivaron sus reivindicaciones: pedían un desdoblamiento de la carretera para convertirla en autovía y reducir así su peligrosidad. 'Mientras nosotros vamos contabilizando muertos, otros se dedican a silbar', dijeron entonces.

La autovía, cuyo primer tramo fue inaugurado ayer, tiene dos calzadas de siete metros, con dos carriles de 3,5 metros de anchura, arcenes exteriores de 1,5 metros e interiores de un metro. La mediana, de ocho metros, permite una futura ampliación a un tercer carril. Ruiz-Gallardón declaró durante el acto que la autovía pretende 'cooperar en la recuperación económica de la región' y 'conservar en condiciones de seguridad la red de carreteras de la Comunidad'. Aseguró, además, que en los últimos dos años su Gobierno ha construido 187 nuevos kilómetros de carreteras, aunque sólo 92 están ya terminados.