El Barça pierde gol
Los azulgrana adquieren firmeza defensiva a costa del remate
'Todo el año nos está pasando lo mismo', se queja el técnico Carles Rexach, tras perder ante el Athletic. 'No acabamos de redondear la fiesta'. Su lamento no es nuevo: se escuchó en Pamplona (0-0), en Madrid (2-0), ante el Valencia (2-2) o hace una semanas en Las Palmas (0-0). Un quejido por la falta de gol. El Barça ha logrado este año solucionar sus endémicos problemas en la defensa (ha recibido 11 goles, la mitad a estas alturas que el año pasado) pero, a cambio, está arrastrando una miopía ante puerta resuelta sólo puntualmente en la Liga de Campeones (Olympique de Lyón y Liverpool) o en la Liga ante el Valladolid (4-0). Pero los datos le delatan: el Barça suma en la Liga 22 goles, la cifra más baja de los últimos cinco años.
La búqueda de equilibrio ha provocado que el Barça haya empatado más partidos que nunca (5). Y su pobre botín ante, por ejemplo, el Málaga y el Rayo (ambos, 1-1) o Las Palmas (0-0) le ha pasado factura: en octubre, en la jornada sexta, los azulgrana aventajaban al Madrid en 9 puntos y ahora sólo le sacan uno. Pese a que la afición está relativamente satisfecha con Rexach, especialmente por su actuación en Europa, el auténtico termómetro del club, un dato se adivina inquietante: el Barça tiene 23 puntos, los mismos que hace un año con Serra Ferrer o hace dos con Van Gaal. Los dos cursos acabaron en blanco.
Quizá el déficit goleador del Barça se deba a un nombre: Rivaldo. El brasileño suma cuatro goles en la Liga, casi la mitad de los que había conseguido por estas fechas en sus cuatro últimas temporadas en el Camp Nou. Pero el zurdo sigue siendo el azulgrana más eficaz como demostró el sábado pasado al marcar un golazo ante Lafuente cuando sólo llevaba tres minutos en el campo. Su acierto dejó malparados a sus compañeros. Y, el Camp Nou, más que nunca, se percató de lo que añora este año a Rivaldo, que se ha perdido esta temporada, por culpa de su lesión y sus interminables citas con Brasil, 9 de 14 partidos de Liga. Y el Barça lo ha pagado. La euforia desatada en Liverpool ha pasado a mejor vida. El vestuario encajó resignado la derrota ante el Athletic, que, con orden, las ideas claras y gol dejó helado al Camp Nou. 'Es el mejor equipo, junto al Bayer Leverskusen, que ha pasado por nuestro estadio', sentenció Bonano.
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