Cetarsa ultima su privatización
Antes de la venta deberá liquidar varios centros y reducir la plantilla
La Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa) y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) han iniciado los estudios para ajustar la estructura productiva y de personal de la empresa tabacalera de cara a su próximo proceso de privatización.
Las medidas más importantes se concretan en el cierre de varios centros por exceso de capacidad productiva, así como en un ajuste de plantillas para que la empresa sea más competitiva y atractiva a los compradores. Entre las posibles ofertas están las de organizaciones de cultivadores españoles de tabaco.
Según el presidente de la firma tabacalera, Isidoro Hernández Sito, es ineludible un proceso de reestructuración de la sociedad tanto en su estructura industrial, número de plantas, como con un ajuste de trabajadores discontinuos. En cualquier caso, el objetivo de los responsables de Cetarsa es que el ajuste no sea traumático, que se haga en un periodo que puede durar entre uno y dos años con el fin de poner a la venta una sociedad con capacidad para competir en todos los mercados. Se estima que el coste de este proceso podría suponer más de mil millones de pesetas.
Hay varios grupos de organizaciones de productores que preparan una oferta para comprar la empresa tabaquera
Seis plantas
Cetarsa se constituyó como empresa pública en 1987, con una participación del 20,78% de Tabacalera, actualmente Altadis, y con el 79,18% por Patrimonio del Estado. El objetivo de Cetarsa era apoyar al sector productor nacional de tabaco en rama en la comercialización de su materia prima. Tras la constitución de Cetarsa, también se instalaron en el sector del tabaco en España otras firmas ligadas a grupos multinacionales, cuyo desarrollo no ha sido importante.
La empresa pública Cetarsa dispone de seis plantas de transformación en Cáceres y una más en Granada para el tabaco negro, con una capacidad total para operar de unas 80.000 toneladas. Frente a esta cifra, Cetarsa transforma anualmente unas 30.000 toneladas de tabaco en rama, lo que supone el 70% de la producción nacional de tabaco, con una cuota ligeramente por encima de las 42.000 toneladas. El resto de la producción española lo transforman varias empresas nuevas que se han instalado paulatinamente en el sector.
De cara a su privatización, en el horizonte de uno a dos años, Patrimonio del Estado vendió su 79,18% a la SEPI. Este paso previo ha supuesto para Cetarsa un ajuste en sus recursos financieros, reduciendo los mismos de unos 10.000 a 5.000 millones de pesetas. Para los responsables de Cetarsa, no se ha tratado de vaciar la sociedad, sino de dar a cada uno lo suyo. En los últimos años, desde la constitución de la empresa, Cetarsa no repartió dividendos. Al producirse el cambio de propietarios, el accionariado anterior ha recibido parte de los beneficios generados en el pasado, lo que ha supuesto el pago de unos 4.000 millones de pesetas para Patrimonio del Estado y otros 1.000 millones para Altadis.
De cara a la privatización de la empresa, Cetarsa considera una reducción de plantas en Cáceres. La tabacalera cuenta con una plantilla excesiva de 400 trabajadores fijos y unos 800 discontinuos. El proceso de ajuste laboral afectaría casi exclusivamente a estos últimos, mientras para los fijos se produciría una reubicación de los mismos entre las plantas que se mantuvieran abiertas.
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