Un perro de presa, azuzado por unos desconocidos, mató a seis perros de caza en Tortosa

Siete perros adiestrados para la caza del conejo murieron en la madrugada del pasado 6 de octubre en una finca de Vinallop, pedanía de Tortosa (Baix Ebre), víctimas de un brutal ataque perpetrado por un perro de presa azuzado por unos desconocidos. La acción ha trascendido ahora y los hechos los ha explicado el propietario de los perros, el tortosino Tomàs Borràs, que denunció el caso ante la Guardia Civil, que ya lo ha trasladado a los juzgados de Tortosa.

Borrás explicó al diario El Punt que el ataque tuvo lugar cuando los perros estaban encadenados y encerrados en la perrera que tiene en su finca. Cuando él se dirigió por la mañana a visitar a los animales, comprobó que seis de ellos yacían moribundos por las heridas. Otro pudo escapar, pero volvió a la finca muy malherido el mismo día. El veterinario certificó en su informe que las heridas, de profundidad considerable y localizadas en la cabeza y el lomo de los animales, fueron provocadas por un mismo perro de grandes dimensiones. Según el dueño de los canes de caza, el objetivo más probable de los incitadores del ataque, que dejaron un rastro de colillas, era entrenar un perro de presa para la lucha.

Borràs asegura que había padecido antes el robo de perros, pero que nunca antes había visto algo así.

Traslado de la perrera

Por otra parte, la Sociedad Protectora de Animales de Tarragona anunció ayer que trasladará sus instalaciones a unos terrenos del polígono Riuclar que les ha ofrecido el Ayuntamiento. El nuevo emplazamiento es fruto de más de tres años de infructuosas negociaciones con las autoridades municipales.

El solar, de 3.000 metros cuadrados, dispone, a diferencia del anterior, de accesos fáciles y de una mayor iluminación, que según los reponsables de la entidad va a permitir un incremento de la seguridad de las instalaciones. La Sociedad Protectora, que actualmente acoge a 400 animales (entre perros y gatos), pretende abrir allí su nueva sede en mayo.