La Fundación para la Investigación Genómica nace nueve meses después de anunciarse su constitución 'inmediata'

La Fundación para la Investigación Genómica y Proteómica ha recibido finalmente luz verde para su puesta en marcha. Nueve meses después de ser anunciada su constitución con carácter 'inmediato', el Consejo de Ministros autorizó ayer a los ministerios de Sanidad y Consumo y de Ciencia y Tecnología a activar una fundación en la que participarán los sectores público y privado, y sobre la que deben pivotar buena parte de los proyectos de investigación en esta área.

Los objetivos de la fundación, según una nota conjunta emitida por ambos ministerios, son 'facilitar un mayor aprovechamiento de los resultados de investigación, así como facilitar la participación de la sociedad civil' en un área de la que se esperan 'avances y aplicaciones' en biomedicina, salud animal, biotecnología y desarrollos agroalimentarios. Para ello, la fundación aspira a recoger la participación de entidades y empresas privadas, cuyas aportaciones 'podrán beneficiarse' de incentivos fiscales de acuerdo con lo estipulado en la Ley de Mecenazgo.

Entre otras funciones, la Fundación para la Investigación Genómica desempeñará tareas de coordinación, de apoyo a grupos y laboratorios de investigación de 'reconocido prestigio', de reforzamiento de infraestructuras y redes de investigación, y de transferencia de tecnología para la transformación del conocimiento básico generado en el mundo académico en productos o aplicaciones de interés industrial. En este sentido, la fundación prevé estimular, entre otras, la creación de nuevas empresas de base tecnológica.

Entre la comunidad científica, la puesta en marcha de la fundación ha sido recibida sin 'ningún apriorismo negativo'. Diversos investigadores consultados han coincidido en la necesidad de ver cómo 'las palabras se transforman en hechos' antes de emitir un juicio.

La nota hecha pública por los dos ministerios no aclara de cuánto dinero dispone para su puesta en marcha, ni tampoco especifica quién va a dirigirla ni qué modelo de gestión va a aplicarse. Tan sólo indica que ambos 'han priorizado' sus respectivas convocatorias en los campos de la genómica y proteómica, y se limita a recordar la reciente convocatoria del Ministerio de Ciencia para 'proyectos integrados'. Esta última, según consta a este diario, ha provocado malestar entre los investigadores por su escasa dotación, cifrada en 1.000 millones de pesetas.