Putin se asegura el botín de guerra

En lo alto de la lista de líderes que salen con su crédito reforzado de los catastróficos acontecimientos del 11-S se encuentra Vladímir Putin, el presidente de Rusia. Está consiguiendo al mismo tiempo apoyar a EE UU, promover los intereses de su país y proteger su entorno político, demostrando en ello gran habilidad y perspicaz observación de las realidades políticas. Está recogiendo su recompensa en EE UU durante esta semana. (...) Cada movimiento de Putin desde el 11-S ha sido una apuesta política. En vez de anotarse puntos fáciles de las atrocidades contra EE UU, expresó su condolencia de forma inmediata e hizo una condena del terrorismo tan contundente como un líder occidental. Autorizó el voto de Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de la represalia de EE UU, no puso objeciones a la invocación del artículo 5 del Tratado en la OTAN (...) ni bloqueó, como probablemente podría haber hecho, a las ex repúblicas soviéticas de Asia central, en su apoyo logístico a EE UU. (...) Con todo ello ha incrementado su margen de maniobra. Cuando los aviones de EE UU bombardean Afganistán, tiene la perfecta cobertura para lo que él presenta como la propia 'guerra contra el terrorismo' en Chechenia. Las críticas occidentales sobre la actuación de Rusia en Chechenia han cesado desde el 11 de septiembre y parece que así van a seguir las cosas. (...) Gracias a una economía que en la actualidad registra la mayor tasa de crecimiento en Europa, casi han desaparecido las críticas dentro de Rusia hacia Putin, y la cumbre con EE UU va a hacer que las cosas le vayan aún mejor.

Londres, 15 de noviembre