La oposición critica el 'mercadeo' de cuotas de poder

La oposición acogió ayer los cambios en el Gobierno de Jordi Pujol como un hito más en el continuo 'mercadeo' de cuotas de poder entre los dos partidos de la coalición nacionalista, en el que se busca cómo colocar a alguien en un puesto en vez de buscar al mejor titular para cada cargo. Pasqual Maragall, que se encuentra en Nueva York, se limitó a opinar que el reajuste se ha realizado siguiendo sólo 'intereses de partido', informa Isabel Piquer.

Los portavoces de los tres partidos de la izquierda destacaron que éste es el quinto reajuste en el Consell Executiu en los dos años de legislatura y que todo indica que tampoco será el último porque, aparte de los imprevistos, queda todavía por resolver quién será el candidato de CiU en las elecciones municipales en Barcelona.

El nuevo consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, suscita en general un juicio positivo en los partidos de la oposición. Todos apreciaron ayer el talante conciliador mostrado como diputado y director general de Administración Local. Pero opinaron, sin embargo, que su incorporación al Gobierno 'no contribuye a superar la mediocridad' del actual Ejecutivo.

Los socialistas subrayaron por boca de su portavoz, Miquel Iceta, que nuevamente ha sido sacrificado el miembro del Gobierno catalán que en los últimos tiempos se había mostrado más dialogante. En esta ocasión ha sido Pere Macias. En anteriores crisis las víctimas fueron Xavier Trias, Joaquim Triadú y el propio líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. Iceta lamentó que el 'beneficiario' de esta crisis haya sido Felip Puig, nuevo titular de Política Territorial, a quien definió como uno de los más 'sectarios'.

Iceta recordó que Puig ha sido el único consejero del Gobierno de Pujol que ha unido contra su gestión tanto a los partidos de la izquierda como al PP, a raíz de su proyecto de Mapa Eólico y del plan para construir campos de golf. Destacó también que la manera en que Puig se enfrentó a las protestas contra el trasvase del Ebro en las comarcas del sur de Cataluña han provocado, dijo, 'el peor conflicto social que ha habido en Cataluña en los últimos 25 años'.

El también diputado socialista Joan Ferran, primer secretario de la federación barcelonesa del PSC, calificó de 'mala noticia' el nombramiento de Puig. El temperamento 'a menudo conflictivo y poco dialogante' del nuevo consejero de Política Territorial no augura nada bueno, dijo, 'para el incipiente clima de diálogo institucional' recién abierto por Macias con algunos ayuntamientos, entre ellos el de Barcelona.

Los republicanos interpretaron el desenlace de este episodio como un triunfo de Duran y Unió sobre Pujol. Joan Ridao, portavoz de ERC, destacó que el objetivo de Unió era colocar a Ramon Espadaler en el Gobierno y evitar que Puig fuera secretario general adjunto de CiU. Lo consiguió. Dicho esto, no obstante, Ridao consideró 'lamentable' que la composición del Gobierno de Cataluña se decida por este tipo de consideraciones partidistas y no 'por criterios de eficacia en la gestión e idoneidad política'.

El vaticinio de Ridao fue que 'el tira y afloja' entre Unió y Convergència va a continuar. 'Cada cambio, y van cinco en esta legislatura, es un nuevo intento de rehacer un equilibrio que luego se revela también precario', explicó.

No fue menos severo el portavoz de Iniciativa-Verds, Joan Herrera. Criticó que Pujol solvente las 'peleas' de CiU en detrimento de los intereses del país.

Frente a estas consideraciones críticas, la portavoz del PP, Dolors Nadal, juzgó 'legítima' la actuación de Pujol, pero lamentó que obedezca sólo a un 'reparto de cuotas de poder'.