El Ballet Nacional salda una deuda con Gades con el estreno de 'Fuenteovejuna'
La compañía presenta en Sevilla su primer estreno con Elvira Andrés como directora
Antonio Gades (Elda, Alicante, 1936) creó el Ballet Nacional de España (BNE) en 1978, pero la compañía no tenía en su repertorio ninguna de sus obras. El estreno, mañana, en el teatro de la Maestranza de Sevilla, de su coreografía Fuenteovejuna, inspirada en el texto de Lope de Vega y adaptada por José Manuel Caballero Bonald, pretende 'subsanar esa falta', en palabras de Elvira Andrés, directora artística del BNE. Fuenteovejuna, encargada por su anterior directora, Aida Gómez, es la primera obra que estrena Andrés, que se hizo cargo de la compañía el pasado marzo.
Esta versión de Fuenteovejuna, que estará en el teatro de la Maestranza los días 15 y 16, es la misma que Antonio Gades realizó para su compañía en 1994 y cuyo estreno en España fue en el mismo escenario sevillano.
'No es nada común que ceda mis obras para que las representen otras compañías. Tan sólo lo he permitido con Bodas de sangre. Cuando el anterior equipo me pidió Fuenteovejuna, acepté con la condición de que se hiciera todo igual. El hombre no cambia, lo que cambia es el traje. Cuando uno hace una obra, no se avergüenza después; por eso yo no cambio nada de nada', aseguró ayer en Sevilla Antonio Gades, quien ha montado la coreografía con los bailarines del BNE.
'Es una satisfacción para mí el hecho de que el primer estreno que afronto desde que dirijo el Ballet Nacional sea una obra de quien yo considero mi maestro, aunque él dice que no es maestro de nadie', explicó Elvira Andrés, quien trabajó en la compañía de Gades entre 1994 y 1998.
'Fuenteovejuna nació en 1973, cuando hacía Bodas de sangre. Entonces tenía claro que no quería bailar sólo por darle gusto al cuerpo, sino para contar un historia. Le pedí a Caballero Bonald que la escribiera, pero él me hizo ver que la mejor ya estaba escrita por Lope de Vega. Desde entonces comenzó a madurar Fuentovejuna, porque yo soy más lento que el caballo del malo. Cada vez que hago una obra me vacío como un tambor y tengo que parar y empezar de nuevo. En el fondo se trata de ser fiel a mí mismo y no prostituirme', aclara Gades. En el montaje, que mantiene todo el tiempo en escena a 38 personas entre bailarines y músicos, no hay protagonistas.
'Lo más grande de esta obra es la solidaridad de todo un pueblo para recuperar su dignidad. El protagonista es el pueblo. No hay figuras con el foco de luz blanca y el resto con el verde, que les hace más feos', añade el bailaor y coreógrafo.
'Mi obligación como directora del BNE es salvar el patrimonio de grandes creadores como Gades o Pilar López, de quien estrenaremos en diciembre en Valencia El concierto de Aranjuez', concluye Andrés.
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