Ventas dentro de un orden

Los inversores se quedaron en blanco en esta última sesión, una vez conseguidos los objetivos a corto plazo, que consistían en el descenso de los tipos de interés, para evitar la recesión en lo posible, y en mantener las cotizaciones por encima de los niveles del 11 de septiembre.

La festividad en la plaza madrileña privó al mercado de una buena parte de su actividad, pero ayer no había razón alguna para excluirse de la tendencia dominante que, en términos generales, se centraba en la realización de beneficios.

Para algunos observadores, la importancia de esta sesión estaba en 'la capacidad de aguante de los precios' ante esa retirada de beneficios y la inactividad propia de la jornada de fiesta, y el mercado sacó aprobado.

El papel no fue en esta ocasión producto de la desconfianza en el futuro a corto plazo, aunque continúa pesando en el ambiente la posibilidad de que tanto Estados Unidos como la UE entren en recesión. Los inversores están convencidos de que unos mercados de valores saludables son hoy parte de la estrategia para hacer frente a un futuro muy complicado y por ello confían en que los esfuerzos de las autoridades monetarias no concluyan en las rebajas de tipos.

El índice Ibex 35 ha ganado en esta semana el 7,09%, a pesar de que en esta sesión de cierre cayó el 1,69%. El sector de las telecomunicaciones, el más favorecido en su situación particular por el abaratamiento del dinero, ha sido el protagonista de la mayoría de las ganancias al reducirse considerablemente el coste de su deuda.