La diócesis de Barcelona tiene una deuda acumulada de 1.479 millones

El Arzobispado de Barcelona acumulaba una deuda de 1.479 millones de pesetas a 31 de diciembre de 2000, 481 millones más que en 1999, cuando el incremento fue tan sólo de 229. El cardenal Ricard Maria Carles criticó ayer el reparto que realiza la Conferencia Episcopal Española de los fondos provenientes del impuesto sobre la renta. Los cristianos de la diócesis barcelonesa aportan unos 2.000 millones de pesetas a la Iglesia mediante la declaración de la renta, y el arzobispado sólo recibió 695 millones en 2000, dijo Carles.

El cardenal Carles, junto con el nuevo obispo auxiliar, el conquense Josep Àngel Saiz, y el interventor de la diócesis, Pere Alegrí, presentó ayer las cuentas del año 2000 y la campaña de recaudación anual Germanor del próximo 18 de noviembre. Entre las causas de este aumento del déficit Alegrí destacó el hecho de que los sacerdotes y religiosos han pasado a cobrar 14 pagas en lugar de 12 y también el incremento de los gastos de mantenimiento y reparación de templos.

Carles considera que la deuda de la diócesis podría solucionarse cambiando los baremos de distribución de la asignación económica de la Conferencia Episcopal, que el cardenal considera 'injustos' para Barcelona ya que mientras que los cristianos de la diócesis aportan unos 2.000 millones de pesetas a la Iglesia mediante la declaración de la renta, el arzobispado sólo recibió 695 millones en 2000. La asignación de la Conferencia Episcopal sólo cubre la mitad del presupuesto para pagar los salarios de curas y religiosos, que en Barcelona asciende a 1.138 millones de pesetas.

'No es justo que cada año tengamos que cerrar las cuentas con la ayuda de los bancos, porque otras diócesis más pobres no tienen que hacerlo', dijo ayer el cardenal. El Arzobispado reconoce que los ingresos que le llegan de Madrid han aumentado, aunque muy por debajo de las necesidades. En 1992 la diócesis de Barcelona recibió 480 millones por el concepto del impuesto sobre la renta y el año pasado, 591.

La situación se repite en el global de Cataluña. Sin contar Barcelona, las otras siete diócesis catalanas (Girona, Lleida, Solsona, Tarragona, Tortosa, Urgell y Vic) tuvieron el año pasado un déficit de 424,3 millones de pesetas. Los católicos catalanes aportan, mediante su declaración, 2.500 millones de pesetas a la Iglesia, y la asignación que reciben las diócesis de la comunidad es de 1.500 millones.

Los principales baremos para distribuir el presupuesto de la Iglesia entre las distintas diócesis es el número de sacerdotes, que en Barcelona es muy bajo en relación con la población. En cambio, las aportaciones de los obispados al Episcopado se miden por habitante y Barcelona es la mayor diócesis de España por población. Según Alegrí, el déficit ordinario de este año rondará los 200 millones y el presupuesto, los 1.700 millones, cifras semejantes a las de 2000.