Ashcroft anuncia una profunda reestructuración del FBI para adaptarlo a los tiempos de guerra
El secretario de Justicia de Estados Unidos, John Ashcroft, anunció ayer una completa reorganización de su departamento, en especial del FBI y de la división de Inmigración, para adaptarlo 'a los tiempos de guerra'. 'Nuestra misión es desde el 11 de septiembre prevenir el terrorismo y preservar las vidas de los americanos y las libertades', señaló.
La reforma se centra en la eliminación de la burocracia y la duplicación de funciones entre las distintas agencias policiales, y en una mayor cooperación entre ellas, hasta ahora imbuidas en luchas internas por el control de terreno. 'He ordenado a todas las divisiones que compartan información. Tenemos que derribar las barreras entre las policías estatales, locales y federales', dijo Ashcroft. El Congreso deberá aprobar la reorganización.
La función del FBI ha sido tradicionalmente resolver crímenes y casos de narcotráfico o corrupción, pero desde los atentados ha tenido que hacer de todo: investigar terrorismo internacional, prevenir nuevos ataques y buscar a los culpables de los envíos de ántrax por correo. Ha abarcado mucho sin demasiados logros, y ha sido por ello blanco de críticas. Ashcroft lo admitió diciendo: 'No hemos sufrido nuevos atentados, y eso es bastante, pero a partir de ahora el FBI tendrá que hacer menos cosas, pero muy bien hechas'. De momento, destinarán un 10% de sus 12.000 agentes a las calles. En vez de concentrar recursos en Washington, el FBI descentralizará las operaciones por todos los Estados y reenfocará sus funciones hacia la prevención del terrorismo.
El Departamento de Inmigración y Naturalización va a ser el otro caballo de batalla en la lucha contra el terrorismo, sirviéndose de las leyes aprobadas hace dos semanas, que otorgan amplios poderes para detener y deportar a inmigrantes ilegales o sospechosos. 'Somos una nación de inmigrantes y continuaremos dando la bienvenida a nuestros amigos, pero no permitiremos que abusen de nosotros nuestros enemigos', recalcó Ashcroft.
La CIA, que también ha sido blanco de críticas por no descubrir a tiempo la conspiración terrorista, es objeto asimismo de su propia reorganización.
