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FÚTBOL | El calendario internacional causa un nuevo destrozo a las grandes Ligas

50 horas de avión para 90 minutos de fútbol amistoso

José Sámano

Un Jumbo de Air France con 50 plazas -a tres millones de pesetas el asiento-, con sala de masajes incluida, despegará hoy de París rumbo a Melbourne para recorrer 19.000 kilómetros en unas 23 horas. A bordo irá la selección francesa -con Zidane, Makelele y Christanval-, que se ha empeñado en jugar el domingo, en Australia, su octavo amistoso del año. Nada más acabar el duelo, de vuelta a París.

El exótico partido ha levantado una polvareda. No sólo han protestado los clubes afectados por el secuestro de sus futbolistas, sino los propios internacionales bleus. Desailly, uno de los capitanes, está que trina: 'No entiendo un viaje de 50 horas para jugar hora y media al fútbol, es increíble. Aprovecharé el viaje para leer la biografía que está escribiendo un periodista sobre mí y, desde luego, mandaré a paseo a todo el que me pregunte por la utilidad de este viaje. No sé lo que gana la federación, pero se ha gastado mucho dinero para que viajemos en condiciones óptimas'. Francia ha invertido unos 200 millones de pesetas para costear un avión especial con asientos con dos metros de separación, televisión, Internet y teléfono móvil. Pese a tanto lujo, Barthez tampoco se ha mordido la lengua: 'Es un partido ridículo; nos harán falta 15 días más para borrar el cansancio del viaje y el cambio horario'.

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Pero Roger Lemerre, el seleccionador francés, se ha mantenido en sus trece. El pasado 1 de septiembre ya llevó al equipo a Chile. Su idea es que Francia se adapte a estilos diferentes de cara al Mundial. Quienes no lo harán serán Petit y Henry, que ayer causaron baja por lesión y fueron relevados por Boghossian y Anelka. La baja de Henry derivó en un revuelo considerable. Desde que se supo de este encuentro, su técnico en el Arsenal, el también francés Arsène Wenger, puso el grito en el cielo. Fue Wenger, también molesto por las ausencias de Vieira, Pires y Wiltord, quien anunció ayer que a Henry le duele una rodilla.

No sólo a Francia le han salido ampollas con este choque. Los jugadores australianos han amenazado con boicotear el mismo si su federación no cumple con sus exigencias económicas: un 50% de los 12 millones de dólares (unos 2.300 millones de pesetas) en los que estiman el beneficio de clasificarse para el Mundial, y 15.000 dólares (2,7 millones de pesetas) por cada partido que disputen este mes, el de Francia y los dos contra el rival suramericano con el que se jugarán una plaza mundialista.

Los dirigentes australianos han apelado al altruismo de sus chicos. Éstos lo tienen claro: el fútbol debe ser un negocio para todos. Así lo entienden los italianos, que aterrizaron en Tokio con 300 kilos de comida para estrechar lazos con Japón durante dos noches, jugar hoy un amistoso y darse la vuelta.

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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