Un marroquí de 65 años, asesinado de dos tiros en su vivienda de Villaverde
El número de asesinatos en la región se eleva en 2001 a 80, uno cada menos de cuatro días
Omar E. K., un ciudadano marroquí de 65 años, murió ayer tiroteado en el interior de su domicilio, en el número 1 de la calle de Francisco del Pino, en el distrito de Villaverde, según informó la Jefatura Superior de Policía. En ese mismo domicilio, según los vecinos del edificio, se produjo hace un año otro homicidio. Los familiares de la víctima relataron a los agentes que unos individuos entraron a la vivienda a robar y dispararon a la víctima dos tiros. La polícía no descarta que se trate de un ajuste de cuentas. En lo que va de año han muerto de forma violenta 80 personas en la región.
Los familiares de la víctima contaron a la policía que 'unas personas entraron al piso a robar'. Según manifestaron, no les conocían. Los asaltantes, siempre según la versión de estos familiares del fallecido, disparon a Omar E. K. dos tiros. Uno de ellos impactó en su cabeza y otro en un hombro.
Omar E. K., tal y como aseguraron algunos vecinos, vivía con su mujer y sus dos hijos en un cuarto piso del número 1 de la calle de Francisco del Pino. Había llegado a esta vivienda el pasado mes de marzo y no solía relacionarse demasiado con los residentes en el inmueble. 'De vez en cuando le encontrábamos y nos saludaba con mucha amabilidad, pero nunca manteníamos conversaciones largas', señaló otro de los residentes.
El homicidio, según la Jefatura Superior de Policía, sucedió en torno a las nueve de la noche de ayer. A esa hora, según manifestó una mujer que reside en el primer piso de la finca, se comenzaron 'a escuchar muchas voces y jaleo en toda la escalera de la casa'.
Según el relato de los familiares de la víctima a la policía, después de cometido el homicidio, los presuntos autores se dieron de inmediato a la fuga. La policía no les pudo localizar. Pero al peinar la zona, los agentes hallaron en un área próxima a la casa una bolsa que contenía una cantidad no determinada de hachís. Algunos vecinos habían declarado poco antes que habían visto salir a familiares del fallecido con una bolsa en la mano después del homicidio.
Versión 'poco fiable'
Fuentes cercanas al caso, cuya investigación está a cargo del Grupo de Homicidios, declararon que la versión ofrecida por la familia sobre el presunto robo que acabó con la muerte de Omar E. K., 'es poco fiable' y que, en cambio, se baraja la hipótesis de que se trate de un ajuste de cuentas.
En el domicilio de Omar E. K. se encontraban anoche varios jóvenes marroquíes que dijeron conocer bien a la víctima. Éstos aseguraron que Omar E. K. llevaba en España unos ocho años y que actualmente era propietario de un bar que se halla a pocas manzanas de su casa.
Se da el caso, de que en ese mismo piso, el 26 de noviembre del pasado año murió también asesinado Gregorio O. E., un joven español de 25 años, que falleció tras discutir en su propia casa con un amigo. El hombre recibió una puñalada mortal. Su agresor, que fue detenido por la policía dos días después, tenía varios antecedentes policiales por robo con fuerza, lesiones y atentados contra agentes de la autoridad.
Tras aquel crimen, en marzo pasado, llegó a residir en la casa Omar E. K. con su familia. 'Allí de vez en cuando se sentía mucho movimiento, sobre todo por las noches. Yo creo que eran personas marroquíes las que siempre acudían a esta vivienda', aseveró una vecina.
'En este piso pasa algo raro porque ya van dos asesinatos. Yo no sé quién va a querer vivir ahora ahí', comentaron algunos residentes en la finca.
Con el asesinato de ayer ya son 80 los homicidios registrados en la región en lo que va de año, lo que supone una fuerte escalada respecto al año pasado y un asesinato cada cuatro días. En 2000, se produjeron 43 homicidios. La muerte de Omar E. C. es la tercera que sucede de forma violenta en lo que va de 2001 en Villaverde. La primera de ellas ocurrió el 7 de julio cuando una mujer de 41 años falleció de seis puñaladas por lo que parecía un caso de violencia doméstica. Su ex marido se entregó en comisaría.
El 30 de julio un ciudadano de origen subsahariano apareció muerto en las antiguas naves de Boetticher y Navarro. Murió a causa de los golpes en la cabeza que le proporcionaron unos desconocidos. La policía cree que se trataba de un posible ajuste de cuentas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.