_
_
_
_

El aeropuerto de El Prat se queda sin vuelos directos a Nueva York

Los viajeros tendrán que ir por Madrid

El aeropuerto de Barcelona dio ayer un nuevo paso en su proceso progresivo de dependencia del de Madrid, al quedarse definitivamente sin vuelos directos a Nueva York. El último, perteneciente a la compañía norteamericana Delta, despegó ayer de las instalaciones de El Prat. La suspensión del vuelo de Delta se añade a la cancelación de los vuelos que realizaba la compañía española Iberia, cuya última salida desde Barcelona hacia Nueva York se produjo el pasado 27 de octubre. Desde hoy, para viajar a Nueva York hay que pasar por Madrid.

Las reclamaciones del Gobierno catalán respecto a que el aeropuerto de Barcelona debería convertirse en hub (punto de recepción de pasajeros en tránsito que toman un avión mayor hacia un destino lejano) van camino de convertirse en nada. Los acontecimientos del pasado 11 de septiembre han sido la última razón aducida para que Iberia suprimiera el vuelo de Barcelona a Nueva York.

Delta asegura que sus vuelos transoceánicos con Barcelona como origen y destino volverán a reanudarse en el mes de mayo, coincidiendo con el inicio de la temporada turística en la zona mediterránea. Iberia, en cambio, carece de fecha para reinstalar el servicio transcontinental.

Privatización frenada

El Gobierno catalán había logrado formar un grupo de presión, en el que se integraban diversas comunidades autónomas, y que tenían como objetivo reclamar el traspaso de las competencias aeroportuarias. Este movimiento estuvo vivo durante la pasada legislatura, cuando el entonces ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, pretendía privatizar AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea).

La llegada de Francisco Álvarez-Cascos al ministerio supuso la congelación del proceso de privatización diseñado por Arias-Salgado, pero no significó un aumento en la descentralización aeroportuaria. La dependencia del Gobierno de CiU respecto al PP hizo el resto y el grupo que reclamaba las competencias aeroportuarias entró en vía muerta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En estos momentos, la única comunidad autónoma que mantiene viva la reclamación es la de Baleares, gobernada por una coalición con predominio de la izquierda. En Cataluña, las fuerzas de la izquierda siguen reclamando periódicamente el traspaso del aeropuerto y la formación de un consorcio formado por la Generalitat, las administraciones locales y fuerzas sociales que pueda gestionarlo, pero CiU ha puesto sordina a estas reclamaciones siempre que ha podido.

Los socialistas han llegado a afirmar que, cuando gobiernen, están dispuestos a quedarse con el aeropuerto de El Prat y a renunciar al dinero de la ampliación ya que, opinan, es preferible perder una inversión que tampoco llega, a cambio de poder llevar a cabo una gestión que convierta el aeropuerto de El Prat en un motor para el conjunto de Cataluña.

La pérdida de los vuelos transoceánicos no es la única que afecta a los aeropuertos catalanes. Hace unos días, la compañía Air Nostrum decidió suspender los vuelos entre el aeropuerto de Girona y el de Madrid.

Para que nada falte en este proceso de marcha atrás, el proyecto diseñado por el Gobierno catalán para unir los tres aeropuertos españoles con trenes de velocidad alta, de forma que estuvieran conectados entre sí y a no más de 35 minutos uno de otro, se ha topado con la falta de voluntad de Fomento para llevar el AVE a los aeropuertos y con la nula capacidad de CiU para convencer a sus aliados en el Parlament de que la medida tiene sentido.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_