El pleno de la Diputación rechaza reprobar a Román
Los votos de PSOE, PA, Independientes Portuenses (IP) y de un ex militante socialista anularon ayer la iniciativa del grupo popular que pedía que el pleno de la Diputación de Cádiz reprobara a su presidente, Rafael Román. La portavoz de los populares, María José García Pelayo, presentó la iniciativa tras unas declaraciones de Román en las que afirmó: 'Si el PP quiere que sea el Bin Laden de Cádiz, lo seré e iniciaré una cruzada'.
No obstante, el propio presidente de la Diputación y los grupos políticos coincidieron en que esas afirmaciones fueron 'desafortunadas'.
El pleno extraordinario celebrado ayer en la Diputación gaditana puso de relieve una vez más la crispación que envuelve a la actividad política en la provincia. Así, ayer se presentaron en la sesión numerosos dirigentes y simpatizantes socialistas que repartieron igual número de aplausos y vítores hacia Román, que abucheos a García Pelayo durante sus respectivas intervenciones.
En la misma línea abundó el portavoz del grupo socialista, Francisco González Cabaña, quien afirmó que la cruzada anunciada por Román no es personal, 'sino de todo el partido socialista, para que el PP nunca llegue a gobernar la Diputación'.
Legitimidad
Días antes del pleno, González Cabaña pidió a los representantes provinciales del PP que retirasen la citada moción. Según el dirigente socialista, el PP se había quedado 'sin legitimidad moral' para pedir la reprobación de nadie después de las 'descalificaciones' de la alcaldesa de Cádiz y presidenta de ese partido en Andalucía, Teófila Martínez, quien llegó a comparar al presidente de la Junta, Manuel Chaves, con la kale borroka del País Vasco.
Por su parte, García Pelayo acusó al presidente de la Diputación de 'instaurar una gestión caracterizada por las amenazas y el miedo para convertirse en titular perpetuo' de este organismo. La dirigente popular negó que su partido sea 'enemigo personal' de Román y que las críticas trasciendan de la gestión política.
En su discurso final, Román acusó al PP de practicar contra él 'la política de la ordinariez y la zafiedad'. 'Evitemos en el futuro espectáculos o reality shows porque está en juego que los ciudadanos crean en la política', concluyó.
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