Convergència aprueba federarse con Unió en un congreso 'a la búlgara'

No hubo ni una sola sorpresa. Nadie votó en contra. El congreso extraordinario de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) aprobó la federación con Unió Democràtica (UDC) en una votación envidiable: un 99,77% a favor, y un 0,23% de abstenciones. Unos porcentajes que se asemejan a las grandes unanimidades que cosechaba Todor Zhivkov en los congresos del Partido Comunista Búlgaro allá por los años sesenta.Tras este congreso, CiU tiene ya luz verde para convertirse en una federación de partidos.

Todos siguieron el guión. Jordi Pujol, presidente de CDC y de la Generalitat de Cataluña, decidió ceder todo el protagonismo a su delfín: Artur Mas. Un hombre que ayer, tal vez cansado por la moción de censura, sólo logró el entusiasmo y el aplauso de los 904 delegados cuando su próximo líder se refirió a una lista de espera: la que tiene su peluquero tras las críticas a su peinado proferidas por el líder de la oposición, el socialista Pasqual Maragall, durante la moción de censura de hace dos semanas.

Pujol salió ayer decidido a representar el pasado, mientras que dejaba para Mas el futuro. Se habían repartido los papeles. Hasta tal punto que la intervención del líder histórico de la coalición nacionalista fue cerrada al público, para que las cámaras enfocaran a la estrella ascendente: la esperanza convergente, Artur Mas. Pero los detalles no se cuidaron demasiado. No hubo ni un solo voto en contra, como en las épocas de apogeo de las tesis sobre los países de soberanía limitada, en la Europa que vivía bajo la férula de la extinta URSS. Todo estaba destinado a afianzar las bases de federación de Convergència con Unió.

Quizá por eso, Pujol repitió hasta cuatro veces que el pacto de federación debe desembocar irremediablemente en una sola fuerza política, expresión que saca de sus casillas a los socios democristianos de Unió. Justamente por la utilización de esta expresión, UDC, en su reunión del consejo nacional, el pasado mes de marzo, cosechó un 16,3% de voto de castigo, algo que ayer no asomó en CDC ni por casualidad.

Fruto de ese pacto de federación, los democristianos contarán con una cuarta cartera -previsiblemente Cultura-en el Ejecutivo de Jordi Pujol. Los reajustes se realizarán en noviembre, un mes antes que CDC y UDC formalicen su federación, es decir, antes del próximo 2 de diciembre.

Mas, ayer objetivo de las cámaras, fue el encargado de hacer un discurso de marcado tinte soberanista, algo que precisa la coalición después de haber rechazado diversas propuestas de pacto con Esquerra Republicana (ERC). 'No queremos una Cataluña tutelada o vigilada, cabizbaja y que tenga que pedir perdón en cada esquina', añadió Mas, y pidió moral de victoria para que, además de ganar las próximas elecciones autonómicas, 'Cataluña algún día tome sus decisiones librememente'.