Al borde de la desesperación

Su último partido lo disputó en julio y lo perdió por 6-1, 6-0 en Wimbledon frente a la belga Justine Henin. Aquello fue una debacle, pero Conchita Martínez lo encajó como una consecuencia de sus problemas físicos. Aquejada como estaba por su tendón de Aquiles derecho, la aragonesa, de 29 años, decidió que había tocado fondo. Y realmente lo había hecho.

Su temporada estaba siendo una concatenación de complicaciones increíbles, que incluían dos granos infectados que requirieron de cirugía. Su ranking se fue deteriorando y sólo frenó una caída espectacular (ahora es la 22ª mundial) gracias a las semifinales de Roma y al excelente torneo que realizó en Londres, donde llegó a los cuartos de final.

Sin embargo, los problemas no acaban. La semana pasada llegó a Barcelona para prepararse la Copa Federación -Madrid, del 7 al 11 de noviembre-. Ahora no siente molestias, pero sigue temiendo que puedan regresar en cualquier momento.

'Mi vida ha sido frustrantre en los últimos cinco meses', asegura la tenista aragonesa. Desde que cerró su derrota ante Henin, Conchita no ha vuelto a la competición. Viajó de Wimbledon a Múnich para visitar a uno de los mejores especialistas europeos en lesiones musculares, pero no consiguió resolver sus problemas. 'Hice un tratamiento de cuatro días y una recuperación de cinco semanas. Eso debía ser suficiente'.

Pero no lo fue. Cuando al final del tratamiento viajó a Toronto para disputar el Open de Canadá, se dio cuenta al iniciar los entrenamientos de que estaba en el mismo punto que en Wimbledon. 'La fisioterapeuta del WTA Tour me dijo que incluso había peligro de rotura. Y decidí instalarme en mi casa de San Diego para buscar otras soluciones'.

Descubrió de golpe que volvía a empezar. 'No entendía nada de lo que me estaba pasando', agrega Martínez. 'Era mi primera lesión importante y lo viví faltal. Llegué a desesperarme, porque no vislumbraba una solución. No veía el final del túnel. Y, además, se me complicó incluso porque las molestias se reprodujeron también en el otro tendón de Aquiles. Viajé a Los Ángeles, me visité en San Diego, mantuve contacto con el doctor Ángel Ruiz Cotorro , pero los dolores persistían'.

El diagnóstico era claro. 'Se trata de una bursitis, una inflamación que no logro curar y que no puede resolverse en el quirófano. No es algo que pueda operarse'. En San Diego le ofrecieron una respuesta que no le gustó: inyectarse cortisona. 'Me causó temor', reconoce la aragonesa; 'pero decidí probarlo. Me inyectaron en los dos tendones, y a los 12 días comencé a jugar'.

De eso hace tres semanas. Hace 10 días Conchita regresó a Barcelona y comenzó a entrenarse. 'Son pocos días, pero no siento molestias', afirma. 'Sin embargo, no sé lo que ocurrirá las próximas semanas. Tengo dudas y la situación me exaspera'.

No es un buen momento para afrontar una situación similar. A los 29 años, Conchita, al igual que Arantxa Sánchez Vicario, afronta la última parte de su carrera profesional y sabe que no puede dudar para mantenerse en la élite. 'El circuito es cada vez más exigente', asegura. 'Hay muchas jugadoras que juegan recto y el juego se ha acelerado. Necesitas estar muy bien para mantenerte entre las primeras del mundo'.

Conchita apenas lo ha logrado este año. La comenzó mal en el Open de Australia, donde perdió ante la suiza Emmanuelle Gagliardi. La prosiguió peor con tres derrotas en primera ronda. Y no despertó hasta que llegó la tierra batida. Pero, tras jugar las semifinales en Charleston y en Roma, cayó ante Cara Black en la tercera de Roland Garros. Y en los cuartos de final de Wimbledon acabó su recorrido.

Ahora, Miquel Margets, capitán del equipo español, ha decidido incorporarla a la selección -junto a Arantxa Sánchez, Virginia Ruano y Gala León- que a partir del próximo día 7 disputará la Copa Federación en Madrid. 'Si aguanto bien jugaré', afirma Martínez; 'pero debo estar en perfectas condiciones y no sé como va a evolucionar mi lesión'. La ausencia de Estados Unidos - 'yo tampoco hubiera viajado, aunque lo lamento por Madrid'-, deja a España en el mismo grupo que Bélgica, Australia y Alemania. Para Martínez, Francia y Bélgica son los candidatos a la victoria. 'Pero en tierra batida puede suceder todo', concluye. Ella y Arantxa han ganado cinco veces la Copa Federación.