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Entrevista:RAÚL | DELANTERO DEL REAL MADRID | FÚTBOL | La semana del gran clásico

'Mi habilidad consiste en estar pendiente de todo'

Diego Torres

Rivaldo, Kluivert, Henry, Shevchenko, Totti, Crespo, Batistuta. Junto a los grandes delanteros de Europa, tipos altos, rápidos, corpulentos o potentes, Raúl González (Madrid, 1977) es un joven sin rasgos físicos de relevancia. Algo, sin embargo, lo convierte en el más efectivo de todos ellos. Fue el máximo goleador de la Liga de Campeones 2001-2002 (siete tantos) y posee el récord de la pasada Liga española (25). No exhibe más adornos que los que demanda su austera naturaleza de castellano puro. Viste un chándal y un par de zapatillas deportivas y su coche es un Audi o un Volkswagen. Nada que denota el enorme poder que ostenta en el vestuario del Madrid -el máximo, junto con Fernando Hierro- salvo un brillo primitivo en su mirada y los movimientos sigilosos del cazador.

'Da la sensación de que el Barça juega peor que nosotros, pero ellos han sacado muchos partidos adelante sin hacer un gran fútbol'
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Pregunta: ¿Es cierto que hace un año se entrenó solo a las ocho de la madrugada para estar a punto para el Madrid-Barça, y se arriesgó a sufrir una lesión grave?

Respuesta: Ja, ja, ja... Fue cuando tuve una lesión de abductor y me entrené por mi cuenta, sobre todo la última semana, para llegar al sábado. Son esos partidos especiales que me gusta jugar y tenía que hacer todo lo posible para estar en el campo. Cuando piensas que tienes que estar y haces un esfuerzo, si lo tienes asimilado y lo quieres hacer lo haces.

P. Esto demuestra cómo vive su trabajo.

R. Lo vivo intensamente. Para estar en este club en el que tienes una gran responsabilidad y existe una gran... No presión, sino que todo lo que se hace tiene una gran repercusión, tanto para lo bueno como para lo malo, tienes que estar siempre mentalizado, con la moral alta y con mucho sacrificio. Pendiente de todo, intentando ayudar al equipo en los malos momentos para sacarlo adelante.

P. Tiene 24 años, es el capitán, y sus directivos y muchos entrenadores le destacan como modelo de profesional. ¿A su edad, no teme que todo esto le vuelva loco?

R. No. Intento disfrutar. Intento estar lo más tranquilo posible porque todo lo que hago o no hago tiene una repercusión. Para eso tengo a mi gente, a mis amigos, que cuando ven que la cosa no va bien son los primeros en decirme: 'oye, esto lo has hecho mal o esto ha estado muy bien'. Lo bueno es rodearte de gente que pueda analizar tus actos.

P. ¿Cómo es posible que el fichaje de Zidane, uno de los mejores jugadores del mundo, haya creado tantos problemas?

R. No lo sé. Todos deseábamos jugar con Zidane antes de que viniera. Si alguien nos hubiera dicho: 'Venga, ¿a quién ficharías?' Pues habríamos dicho que Zidane. Porque el fútbol que tiene, su calidad, es impresionante ¿no?. Lo que sí hemos tenido son dificultades de funcionamiento en equipo, y creo que superarlas va a ser cuestión de tiempo. Llevamos sólo casi dos meses de competición y en algunos partidos hemos fallado sólo por falta de acierto.

P. ¿El proceso de adaptación de Zidane ha bajado el rendimiento del equipo?

R. No. Él se ha adaptado fenomenalmente. Aparte de un gran futbolista es una buena persona, un tipo humilde que trabaja permanentemente por mejorar. Lo que pasa es que hemos tenido muchas bajas y algunos partidos no los hemos acabado de definir. Esto es lo que más echamos en falta: ha habido partidos en la primera parte con tres o cuatro ocasiones de marcar, y no hacer esos goles ha hecho que en la segunda parte fuéramos a remolque, nos metieran un gol, y sufriéramos. Hemos querido poner todo de nuestra parte, pero más desde lo individual que desde lo colectivo. Posiblemente estemos corriendo más que muchos otros años. Porque nos falta orden, porque no jugamos tan bien. Cuando funcionemos mejor como conjunto la calidad individual sí será decisiva.

P. Es curioso que cuando Zidane juega bien cae el nivel de Roberto Carlos, de Figo, o de usted mismo.

R. Zidane ha demostrado su calidad en los partidos que ha jugado con nosotros. Los demás, a lo mejor hemos perdido algunas referencias y no encontramos con facilidad el toque a la hora de desmarcarnos o de ver los desmarques de algunos compañeros, pero no hay que preocuparse. Los problemas tácticos se van a solventar porque hay calidad. Lo grave ha sido que en muchos partidos hemos demostrado superioridad técnica pero nos ha faltado pegada.

P. ¿Cree que el Barça, en general, juega peor que el Madrid?

R. Da esa sensación. Pero ellos han sacado muchos partidos adelante sin hacer un gran fútbol. Nosotros hemos tenido más ocasiones de gol y no las hemos materializado. El día del Barça puede ser un punto de inflexión importante si conseguimos esa victoria y demostramos que podemos ser superiores. A partir de ahí comenzaremos una carrera ascendente. El año pasado, hasta fines de noviembre, también sufrimos.

P. ¿Es una ventaja para el Madrid que no juegue Guardiola?

R. Guardiola era el que manejaba el Barcelona. Sobre todo en los momentos difíciles, sabía cómo llevar el ritmo. Ahora está Xavi, que también tiene calidad y que lo puede hacer muy bien. Llegar al nivel de Guardiola es difícil porque es único.

P. ¿Los centrales le pegan poco porque le tienen miedo?

R. No creo que me tengan miedo. Es por mi forma de jugar. A veces sí que me llevo patadas y golpes. Pero desde que juego al fútbol muy pocas veces me han dado patadas. Cuando hay balones divididos no soy de los que se esconden y meto el pie fuerte. Pero yo creo que hay momentos en que hay que saber dónde se mete el pie. Si el defensa te ha ganado la posición y vas forzado lo único que te puedes hacer es daño. Una patada que te haga daño te deja sin jugar un mes.

P. La mayoría de los grandes delanteros europeos son más rápidos, más altos o más corpulentos que usted. ¿En qué consiste su habilidad?

R. En que me gusta estar pendiente de todo en cada momento. Si hay una falta y se puede sacar rápido intento sacarla rápido. Si veo a otro compañero sacando intento ganarle dos metros al defensa, adelantarle, y quedarme en situación de marcar gol. Son detalles importantes porque a veces definen un partido. Sobre todo porque la gente está cada vez más preparada físicamente y los equipos acumulan muchos jugadores atrás.

P. ¿Qué es el instinto goleador?

R. Es la conciencia de cualquier cosa. Del compañero que va a centrar, de cómo puede ir el balón, de cómo pueden fallar los defensas... No lo piensas. En el área es el propio instinto el que te manda. Hay días en que te dices: '¡joder!, tendría que haber ido al segundo palo y he ido al primero'. Pero en ese momento no sabes bien qué te ha llevado allí. Y hay días que vas a otro lado y te cae la pelota ahí. ¿Por qué? Porque el instinto, o lo que sea, te ha hecho llegar allí y a la pelota también. Pero no sé cómo llamarlo. Hay que estar pendiente de todo. Del portero, aunque sea en un tiro: a lo mejor se le escapa y en una décima puedes marcar un gol que quizá no sea una gran belleza pero que es tan importante como cualquier otro.

P. Casi la mitad de sus goles son rechaces de defensas o del portero. Debe ser el campeón mundial de los goles de rechace.

R. Porque hay que estar pendiente. También Manolo y Salinas metían esos goles. Yo no me puedo ni comparar a la calidad de Rivaldo ni a Ronaldo, cuando estaba en la cima, ni a otros grandes delanteros, por su potencia y por todo, pero yo tengo mis cualidades, que son diferentes, y las tengo que aprovechar. Lo intento y hay días que no me salen las cosas y otros que sin querer, y sin saber por qué, las metes todas adentro.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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