Los embrujos del islam
Un cineasta argelino presenta en Granada una película sobre los musulmanes europeos
¿Puede una ciudad cambiarle la vida a una persona? Granada sí. Así, al menos, lo cuenta el director argelino Bensalem Bouabdallah en su última película, Encuentros andalusíes, que narra, en clave de documental, cómo una mujer inglesa que acude a Granada para 'rescatar' a un amigo que se ha hecho musulmán descubre de pronto lo que para ella será la magia del islam. Y Gracias, sobre todo, al embrujo de la ciudad.
La película, que se estrenará en Granada el próximo día 28, narra el viaje y las peripecias de Allison, una joven inglesa a la que le cuentan que un amigo común, Simon, ha hecho lo que para ella resulta algo sorprendente: convertirse al islam. Decide viajar a España hasta encontrarlo en Granada. Poco después, es ella misma quien decide hacerse musulmana.
'Lo que comenzó siendo una misión de rescate de un amigo', explicó ayer Bouabdallah, un director que lleva 25 años viviendo en Londres, 'termina siendo un cambio personal. También, a través de la historia de Allison, que se convierte en Aisha, hay un proceso de exploración de la historia de la España musulmana. Es un intento, además, de reflejar la vida de los musulmanes en Europa hoy, en estos tiempos'.
La película-documental, protagonizada por la propia Aisha, pone de relieve varios aspectos que se escapan a todos los tópicos y prejuicios que en Occidente se tienen sobre el islam. 'Allison', dijo el director, 'es una chica inglesa europea. Cuando decide hacerse musulmana decide también ponerse el pañuelo (hiyab), pero eso no la disminuye en absoluto en su condición de mujer y de europea. Ella dice que el islam la ha enriquecido, y que no ha cambiado su cultura ni su condición de mujer inglesa'.
A este respecto, Bouabdallah quiso puntualizar algo que para los musulmanes es evidente, aunque no tanto para los occidentales: 'Lo que sucede por ejemplo en Afganistán', señaló, 'es una versión muy extrema del islam. Una visión normal no es así. Si una mujer decide cubrirse, lo hace por modestia, pero jamás oculta su rostro. Lo que sucede en Afganistán es algo muy extremista.'
El director quiso hacer también que Granada fuera otra de las grandes protagonistas de la película. 'Al-Ándalus representa algo muy especial para los musulmanes de todo el mundo. Y dentro de Al-Ándalus, Granada', explicó. Cuando se le pregunta si la ciudad puede ser un tubo de ensayo para la convivencia pacífica entre musulmanes y cristianos, Bouabdallah es enfático. 'Granada', señala, 'tiene un papel histórico muy importante que jugar. En el pasado ya demostró que la convivencia es posible en esta tierra. Eso es un hecho histórico. Y con esa herencia debe actuar en el futuro. Incluso en estos tiempos turbulentos, Granada puede servir como un faro para la filosofía de la paz'.
Andalucía como plató
Pocas películas han abordado un asunto que podría ser tan sabroso como el contraste, que no choque, de culturas en Andalucía de la forma en que lo hace el documental de Bensalem Bouabdallah. Sin embargo, la comunidad autónoma sí ha sido, a lo largo de la historia del cine, una auténtica veta de películas, un plató mil veces empleado. El granadino José Val del Omar, que casi sesenta años después de haber rodado sus obras en su ciudad natal sigue siendo un innovador a mil años luz de los productos de Hollywood, descubrió todas las posibilidades cinematográficas que había en la Alhambra. Eso sí: continúa siendo un caso aparte y excepcional. Desde que la industria norteamericana descubrió Almería como escenario de los spaghetti-westerns, Tabernas fue un delirio cinematográfico. Al margen del caso almeriense, archiconocido, hay otros muchos en que Andalucía ha sido escenario de grandes películas. Es el caso de Lawrence de Arabia, rodada en gran parte en Guadix, o Indiana Jones, también en la misma localidad, o Muerte en Granada, una película sobre García Lorca protagonizada por Andy García muy denostada por su argumento, pero con una de las mejores direcciones de fotografía en torno a Granada. Lorca sigue siendo un buen personaje para los argumentos del cine. Miguel Hermoso rodará en marzo La luz prodigiosa, con Alfredo Landa como protagonista y el poeta granadino como eje de la acción. Lo fue en Muerte de un poeta, de Bardem o A un dios desconocido, de Camino. Cadiz o Sevilla son también escenarios muy frecuentes. Volavérunt, La casa de Bernarda Alba o Yerma se rodaron en Andalucía Occidental. Como ahora hace Franco Zefirelli con la vida de María Callas. O como sucederá con El palacio congelado, de Clara López. Polígono sur, de la francesa Dominique Abel, estárá rodeada por las tres mil viviendas de Sevilla. Directores como Benito Zambrano han elevado, por su parte, la categoría del cine hecho en Andalucía, un cine que ya queda muy lejos de filmes en los que la región era un puro tópico, como aquel Todo es posible en Granada, que aún reponen en la tele.
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