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Crónica:FÚTBOL | Novena jornada de la Primera División
Crónica
Texto informativo con interpretación

Exhibición del Kily en Mestalla

El Valencia supera claramente al Zaragoza en el mejor partido de los de Benítez

El Kily corrió a pelotazos a su ex equipo. Literalmente. Dos goles: uno por cada parte. Espléndidos ambos, pero sobre todo el primero: un disparo de ciencia ficción. Con ese tiro dejó tocado al Zaragoza, al que hundió en la segunda parte con otro zambombazo. El interior argentino estuvo a la altura de su prestigio y así llevó en volandas al Valencia. Bien, eso y que Benítez decidió, al fin, darle un cariz más atrevido a su equipo. El Zaragoza anduvo tan mal como se preveía. Llegó con un espíritu ultradefensivo que se tornó inútil cuando Aimar le cogió el tranquillo al partido. Es decir, a la media hora. Después de haber estado ausente en el Camp Nou por decisión técnica, Aimar dotó al Valencia de la creatividad de la que carecía. Hubo ocasiones a porrillo y dos grandes goles, lo que sin duda vale una entrada.

VALENCIA 2|ZARAGOZA 0

Valencia: Palop; Curro Torres, Ayala, Pellegrino, Carboni; Rufete (Vicente, m. 77), Albelda, Kily González (Ilie, m. 81); Aimar; Salva y Sánchez (Angulo, m. 66). Zaragoza: Láinez; Cuartero, Rebosio, Aguado, Pablo (Aragón, m. 81), Esquerdinha; Ferrón (Galletti, m. 61), José Ignacio, Garitano, Juanele (Yordi, m. 85); y Bilic. Goles: 1-0. M. 32. Kily González bate a Láinez en un disparo cruzado y elevado desde el pico izquierdo del área. 2-0. M. 78. Vicente pasa al Kily González y éste dispara cruzado a gol. Árbitro: Llonch Andreu. Expulsó a Garitano (m. 67) al acumular dos amonestaciones. Unos 45.000 espectadores en el estadio de Mestalla.

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No es casual que Pablito Aimar y el Kily González sean dos de los jugadores preferidos de Marcelo Bielsa, seleccionador argentino. Con tanto para elegir como tiene, a Bielsa no se le escapa que son dos futbolistas especiales, capaces de rescatar cualquier encuentro condenado a galeras. Como fue ayer el caso. Basta que se alíen por uno de los lados, tiren paredes, caños y demás recursos de arrabal para que levanten al público de sus asientos. Por fin Mestalla disfrutó de su equipo. Por fin Benítez le dio a la gente una alegría en la alineación: Aimar por detrás de Sánchez y de Salva. Lo más atrevido de la temporada.

El gol del Kily será sin duda uno de los mejores del año. Fue un latigazo seco, por sorpresa, que lanzó el interior argentino desde el pico izquierdo del área grande. Y desde allí voló el balón en diagonal hasta el ángulo más alejado de la meta de Láinez en una trayectoria tan veloz como fulminante. Mestalla se quedó tan boquiabierta como Láinez, que nunca imaginó la osadía del argentino. En realidad, fue un tiro muy del Kily: le encanta golpear el cuero cuando está por aire y le imprime así parábolas asombrosas. El interior argentino, además, le pega con la rabia propia de su carácter canallesco. Siempre está enfadado con alguien. O lo aparenta. Y en ese instante lo estaba con el árbitro asistente, que acababa de anular por fuera de juego un tanto completamente legal de Salva. La ira de González podría incluso retrotraerse más: a la pretemporada, cuando el club trató de traspasarlo contra su voluntad y no pudo. Contra todo eso disparó ayer el Kily.

El gol soltó las piernas de los valencianistas, que empezaron a jugar con cierta frescura. Al primer toque. El Zaragoza, en cambio, se sintió perdido. Había llegado con un carro de defensores y ahora le sobraban algunos. Rojo, sin embargo, no se dio por aludido. Continuó un buen rato con lo puesto, con un solo delantero (Bilic), si bien subió a Cuartero al centro del campo. Poca cosa. Al compás de los pases de Aimar, el Valencia se sintió muy superior. Láinez, puro reflejo, salvó un espléndido cabezazo de Ayala.

El cuadro de Benítez cedió terreno y el Zaragoza puso por primera vez en aprietos a un Palop que no ha pagado la inactividad. Ofrece garantías. No hubo noticias de Bilic hasta bien entrada la segunda parte: envió una envenenada volea de primeras que a punto estuvo de suponer el empate.

La leve crecida zaragocista, sin embargo, se vio frenada por la expulsión de Garitano, que volvía a poner al Valencia frente a Láinez. Olía a goleada, pero los delanteros locales vivieron una mala noche, especialmente Salva, que se movía a cámara lenta. De modo que hubo de reaparecer el Kily para despejar el panorama. Recogió un pase de Vicente y lo envió de repente a la escuadra. Sin más. Benítez tuvo entonces un detalle con el argentino, sustituyéndole para que recogiera la ovación de la grada, agradecida con un jugador que no quiso marcharse del club este verano. Lo que no es muy habitual. Sobre todo, tratándose de uno de los favoritos de Bielsa.

Kily González intenta escaparse de Ferrón.
Kily González intenta escaparse de Ferrón.SANTIAGO CARREGUÍ

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