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XXII MOSTRA DE VALÈNCIA

El público del festival protesta por la deficiente proyección de las películas en los cines Lys

La organización achaca los numerosos errores en la exhibición a la dirección de las salas

El cambio de emplazamiento de las proyecciones de la Mostra a los cines Lys no ha reportado demasiadas ventajas, desde el punto de vista cinematográfico, al festival. Desde el jueves, día de comienzo del certamen, los espectadores se han quejado de los numerosos fallos en la exhibición de los filmes. Películas mal encuadradas, filmes que comienzan cuando la iluminación de la sala no se ha apagado o con la música de fondo de las propias salas y vídeos en mal estado son algunos de los errores de proyección más repetidos. La organización reiteró ayer su intención de subsanar dichos fallos.

Si los espectadores que asistieron a la presentación del cinematógrafo en París en 1896, y se asustaron al ver un tren que amenazaba con salirse de los límites de la pantalla, hubieran visto ayer 17, Rue Bleue en una de las salas de los cines Lys, habrían corrido despavoridos pensando que el cine mostraba personas con la cabeza cortada. Porque, por un error de proyección, esta película de la sección oficial se exhibió con la parte superior del encuadre mutilado. Ésta es una de las muchas quejas que el público que acude a la Mostra ha formulado sobre la deficiente calidad de las proyecciones. Pero hay muchas más. Hay filmes cuyos créditos aparecen en pantalla con la música de la sala como fondo, cambios de rollo que se demoran durante cinco segundos con la imagen en gris y luces que se encienden intempestivamente a mitad de la proyección.

Fuentes de la organización de la Mostra señalaron ayer que, dados los antecedentes, éste era uno de los temas que más preocupaban y, en dos ocasiones, habían insistido al propietario de los cines sobre la importancia de una buena proyección de los filmes. Desde su reapertura, a principios de este año, algunos medios de comunicación locales han reflejado el escaso cuidado en las proyecciones del remozado complejo, de ahí la inquietud del equipo directivo del festival.

Pero sus recomendaciones parecen haber caído en saco roto. La propia Mostra trasladó ayer a la empresa exhibidora las protestas de los espectadores, aunque el control de las proyecciones corresponde a una contrata del Ayuntamiento, ganada por concurso por la empresa Publips, que ha enviado a los cines Lys el personal adecuado al presupuesto con el que contaba.

También hay quejas sobre las proyecciones de vídeo. Varios espectadores abandonaron el jueves la sala 6 de los Lys indignados por el deficiente estado de la copia de Sex: The Annabel Chong's Story, llena de drops (saltos y manchas blancas en la imagen) y con el sonido distorsionado. La propia organización del festival reconoció ayer el mal estado de las copias en vídeo de la mayoría de las cintas del ciclo de Cine Traca debido a su factura amateur.

No son éstos los únicos problemas con los que ha topado el certamen en sus primeros días. La ceremonia de inauguración celebrada el jueves fue un auténtico festival de despropósitos, que produjo una sonrojante sensación de improvisación. Invitados que no aparecían después de ser llamados, desajustes a la hora de proyectar los vídeos y la presencia continua de Willy Montesinos como comodín para recoger premios fueron algunos de los obstáculos con los que tuvieron que lidiar, con gran profesionalidad y gracia, Toni Cantó y Assumpta Serna.

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Transeúntes ante la fachada de los cines Lys de Valencia, ayer.
Transeúntes ante la fachada de los cines Lys de Valencia, ayer.JORDI VICENT

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