La vida novelesca de Alonso Cano perjudicó la proyección de su obra, según los expertos

'Alonso Cano tuvo la mala suerte de llevar una existencia novelesca, lo que produjo un efecto negativo sobre la difusión de su obra, que ha sido escasa en comparación con la de otros artistas del Barroco de menor calidad que él'. Alfredo J. Morales, especialista en Barroco, justifica así el hecho de que la obra del escultor, pintor y arquitecto Alonso Cano (Granada, 1601-1667) no haya sido estudiada lo suficiente.

Morales es uno de los 13 profesores especialistas en Cano, del que este año se celebra el cuarto centenario de su nacimiento, que participa en el ciclo Alonso Cano en la provincia de Sevilla.

La azarosa vida del artista incluye episodios tan oscuros como el asesinato de su segunda esposa, que recibió 24 puñaladas, del que fue acusado y declarado inocente, después de haber pasado por la tortura de la Santa Inquisición.

Los especialistas en el polifacético artista granadino se quejan de que a pesar de haber desarrollado un estilo muy personal, Cano se convirtió en 'una especie de cajón de sastre'. 'Hay mucha confusión y se le han atribuído obras de sus seguidores como Bocanegra, Juan de Sevilla o la de las piezas que salieron del taller de Felipe de Ribas y sus hermanos', aclara Morales.

El ciclo, organizado por la Diputación de Sevilla, comenzará hoy en Lebrija con la conferencia La obra de Alonso Cano en la parroquia de Santa María de la Oliva, que impartirá Enrique Valdivieso. Las conferencias se celebrarán en 12 pueblos. Cano llegó a Sevilla a aprender al taller de Francisco Pacheco, donde conoció a Velázquez, y vivió 25 años.

'En Lebrija y en La Campana hay importantes obras de Cano pero, en otros muchos pueblos se conservan obras relacionadas con el artista. Algunas de sus seguidores o de sus coetáneos', comentó ayer Antonio Reina, comisario del ciclo en el que también participan José Roda, Francisco Javier Herrera y Juan Luis Ravé, entre otros. El ciclo finalizará el 15 de diciembre con una visita a las obras de Cano en Sevilla, comentada por Teresa Lafita.