Herrero de Miñón dice que la UE va hacia el arcaísmo y no hacia la modernidad
La construcción europea no va por un camino que lleve a mayores cotas de modernidad, sino que conduce a algo que puede llamarse posmodernidad pero que se parece mucho al arcaísmo del Antiguo Régimen. Ésta es la tesis que mantuvo ayer Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, miembro de la Real Academia de Ciencias Políticas y Morales, uno de los padres de la Constitución y actual letrado mayor del Consejo de Estado, quien, invitado por la Fundación Cañada Blanch, pronunció en el aula magna de la Universidad de Valencia una conferencia titulada Modernidad y arcaísmo en la Unión Europea.
Herrero sostuvo que la integración europea 'responde a muchas de las exigencias que plantea la modernidad', pero precisó que esa integración se hace por vías que 'no sólo no tienen nada que ver con la modernidad, sino que son todo lo contrario' y discurre por vías 'más parecidas al arcaísmo'. El veterano político y profesor se refirió a las 'tendencias arcaizantes' que revela el cuerpo jurídico de la UE y explicó cómo la construcción europea contradice fundamentos de la modernidad como cuerpo político -que choca con el principio de subsidiariedad, que en su opinión 'trastoca la Constitución'-; soberanía -negada por el propio hecho supranacional de la UE-; control democrático -que contrapuso al resurgir del principio monárquico que, según dijo, representan instituciones independientes como el Banco Central Europeo-; consolidación de la propiedad -cuestionada por iniciativas como la Política Agraria Comunitaria-; y autonomía de la voluntad -que se lesiona porque 'a base de querer defender la competencia se llega a una intervención del mercado que acaba con ella'-. Lo que se supone que son progresos innegables, concluyó Herrero, se parece demasiado a sistemas 'felizmente olvidados'.
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