Duquende reivindica la modernidad del cante basada en la pureza del flamenco

Hombre de pocas palabras, reservado y sincero, el cantaor catalán Juan Cortés, Duquende (Sabadell, 1965), reivindica la pureza del flamenco sin fundamentalismos. Considera que no hacen falta fusiones para ser un cantaor moderno. Cree que 'cuanto más puro es el cante más moderno es'; por eso no le sorprende abrir el 8º Festival de Músicas Contemporáneas de Barcelona, que arranca mañana. Sostiene además que gracias a Paco de Lucía y a Camarón hoy se canta mejor flamenco y confiesa no soportar a los cantaores que desafinan.

Nacido en el seno de una familia gitana, Duquende mamó desde la cuna las más puras esencias flamencas. Su abuelo y su madre le enseñaron los secretos del buen flamenco, del que no tiene edad. A los ocho años, el mismísimo José Monge, Camarón, que se convertiría en su ídolo, le acompañó a la guitarra en su primer recital en público. Pero en lugar de lanzarse a una carrera de niño prodigio, Duquende siguió cantando en su ambiente familiar y en reducidas peñas flamencas, y no inició su carrera profesional hasta 1992, cuando tenía 27 años. 'Los gitanos mamamos el cante desde la cuna, porque el cante se siente. No se puede enseñar'.

Habituado a cantar en los grandes auditorios clásicos, Duquende, que en 1996 se convirtió en el primer artista flamenco invitado a cantar en el teatro de los Campos Elíseos de París, no siente temor ante su primer recital en solitario en el Auditori de Barcelona. 'Camarón de la Isla y Paco de Lucía llevaron el flamenco a los grandes auditorios. Me parece muy normal que el flamenco se pueda escuchar regularmente en las salas donde siempre tocan las orquestas sinfónicas. Además, yo canto allí donde me llevan; lo único que necesito es sentirme a gusto para sacar todo el cante que llevo dentro'.

Compañero de escenario de Paco de Lucía en su giras internacionales durante tres años, el cantaor de Sabadell ha dejado al guitarrista para centrarse en su carrera en solitario. 'He aprendido mucho con Paco. Soy de los que creen que en la historia del cante ha habido un antes y un después de Paco de Lucía y de José Monge. Gracias a ellos, hoy se canta mejor flamenco que nunca. No soporto a los cantaores que desafinan. Después de Camarón, un cantaor que no sabe afinar no puede hacer carrera'.

Las referencias a Camarón son constantes en la conversación con Duquende. Su admiración por el de la Isla le llevó a hacerse tatuar entre el dedo índice y pulgar de la mano izquierda el mismo dibujo, una media luna y una estrella de seis puntas, que lució su ídolo.

Aunque no se considera supersticioso, no le gusta llegar con mucha antelación a los escenarios en los que actúa. 'Prefiero llegar con el tiempo justo para salir al escenario, porque no me gustar estar solo en los camerinos. Me gusta salir a escena y comprobar pronto si la noche va a ser buena. A veces, no te encuentras bien, pero puede aparecer la inspiración en cualquier momento, porque el cante es un sentimiento que sale del alma'.

Camarón, inimitable

Con su último disco, Samaruco, Duquende canta seguiriyas, alegrías, tarantas, soleás y fandangos. En definitiva, flamenco del puro. 'Adoro a Juan Talega y, naturalmente, a José Monge, pero nunca se me ocurriría imitarles. En este disco canto como soy. Ya va siendo hora de que la gente deje de pensar que pueda surgir otro Camarón. Cualquier nuevo cantaor tendrá su personalidad, pero el de la Isla es inimitable y un punto y aparte en la historia del flameco'.

Gitano, catalán y jondo. Así es y así se siente este artista que resta importancia a haber nacido en una ciudad con tan poca tradición flamenca como Sabadell. 'Lo importante es nacer en una familia que viva el flamenco. Yo he tenido esa suerte'. Aunque considera que los gitanos llevan el cante en los genes, asegura que en los últimos años ha escuchado a cantaores payos que le han emocionado. 'En esto también cambian las cosas. Cada vez hay más payos que se dedican al flamenco y que pueden poner de pie a un auditorio'.

Después de su actuación en Barcelona, el cantaor tiene firmados diversos conciertos en Francia, entre ellos un nuevo recital en el teatro de los Campos Elíseos de París, y una gira, el próximo verano, por Estados Unidos, donde tiene previsto su segundo concierto en el Central Park de Nueva York.